Aun cuando se presume una posible ruptura en Morena de cara a la sucesión gubernamental en Tabasco, las condiciones para considerar un escenario catastrófico para el partido del presidente en el trópico no es de preocupación.
Tabasco pues, no está dentro de los "focos rojos" para Morena en 2024 en cuanto a la gubernatura del estado, si bien por la organización electoral opositora, si bien por la falta de un cuadro que aglutine inconformidades desde adentro y hacia afuera de los guindas.
La izquierda en Tabasco finalmente se ha reorganizado después de la definición de sus candidatos -desde luego cuando la pugna era entre iguales-, empero el reto de la 4T en esta ocasión es sortear con el menor daño posible al choque entre andresmanuelistas y neomorenistas.
El daño colateral en todo caso a este escenario de enfrentamiento interno, sería en la conservación del congreso local, como en el comportamiento electoral en los 17 municipios.
La genética electoral de los tabasqueños, mantiene aún la reminiscencia de la famosa "cargada" cuando "sale el bueno" (o la buena) a la gubernatura, situación que no es leal en los terrenos municipales o distritales.
La ruta crítica pues para la 4T, es en todo caso mantener la mayoría cameral para evitar obstáculos legislativos a partir del 2024 a quien asuma la silla de Plaza de Armas.
Luego que la Suprema Corte echó abajo la reforma para la reducción de diputados plurinominales por generar un desequilibrio en el sistema electoral, se mantiene la versión anterior del artículo 12 de la Constitución de Tabasco, que prevé la integración de 35 diputados, con sus 14 plurinominales vigentes y sus 21 de mayoría.
Morena pues, antes del intento de reducción de 14 a 8 pluris, se sentía sobrado para sortear la elección concurrente, pero las condiciones podrían cambiar una vez designado tanto el abanderado a la Presidencia de la República, como el candidato al Gobierno de Tabasco.
La guerra interna cuatroteista establece condiciones para cobro de facturas en el terreno electoral, esto sumado a la ausencia en territorio de la mayoría de los legisladores de Morena en sus respectivos distritos -cuyo reclamo es recurrente en redes sociales-, complica las elecciones regionales para el partido del presidente.
El voto del paisanaje ya sin AMLO en la boleta electoral, es una arista que solo podrá pulirse una vez que se den a conocer los resultados oficiales.
Algunos sondeos acechados por este reportero, consideran escenarios similares en 2021, en la que legisladores locales y federales de Morena, mantienen números rojos para poder enfrentar una reelección con méritos propios.
Si la instrucción fue no moverse, el 90 por ciento de ellos lo cumplió a cabalidad. Si Morena la apuesta pues a su voto duro en 2024 en cuanto a diputados y alcaldes, podría en esos escenarios llevarse una sorpresa.
Veremos.
KYBALIÓN.- En la oposición, la lucha por los 14 plurinominales locales, será el pan nuestro de cada día, con o sin alianza opositora. El PRD lleva ventaja pero aun cuando las tres aldeas que sobreviven en el sol azteca pudieran ponerse de acuerdo, finalmente sus números le alcanzan para mantenerse como la segunda fuerza electoral.
Mayor crecimiento electoral - por las manifestaciones nacionales y su impacto mediático- se podrían reflejar en movimiento ciudadano.
Y finalmente PRI y PVEM, estarían pugnando por reelecciones consecutivas entre sus actuales legisladores para competir por el tercero o cuarto lugar, y poder así, sostener algunos de los 14 espacios en juego.
No se lee otra ruta.