La realidad, toda actividad realizada por los seres humanos en el mundo, afecta en forma directa al planeta.
Ahora bien, existe una nueva forma de creer que dejara de haber menos contaminantes en la atmósfera del planeta, y que son los llamados gases de efecto invernadero; al realizar la generación de la electricidad con energías limpias. Pero esto es parte del problema porque la mayor contaminación proviene de quema de combustibles fósiles como carbón, gas natural y petróleo crudo con sus derivados.
En la actualidad, el principal contaminante que afecta al planeta se refiere al uso de gasolina utilizada por los vehículos que son utilizados para llevar a cabo actividades en el mundo. Hoy en día hay circulando aproximadamente un millón 300 mil automóviles, que incluyen a los convencionales de combustión, tipo híbridos e híbridos enchufables, que consumen alrededor de 30 millones de barriles diarios de gasolina (aproximadamente 5 mil millones de litros diarios). Esta cantidad de volúmenes producen ciertos gases de combustión que se generan en la cámara del motor, y salen atreves del escape al planeta.
Es aquí a donde surge el dilema de los autos eléctricos, si producen algún contaminante al planeta. Es una pregunta que ha sido parte fundamental en las últimas décadas; si en la realidad de esta tecnología confirma que el mundo, podrá tener un aire más limpio el planeta.
La respuesta a esta incógnita, existe un estudio realizado por Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) sobre los gases de efecto invernadero, que son producidos con base al ciclo de vida de los carros que consumen gasolina, y los que utilizan para su movilidad la energía eléctrica producida por los diferentes tipos de tecnologías, y cuyo reporte indica que:
Los carros eléctricos producen alrededor de 8 KgCO2e por cada 100 Km. Es decir contaminan. Los automóviles que tienen un escape, como los convencionales (ICE), producen 24 KG, tipo híbrido (HEV) 16, y los híbridos enchufables (PHEV) 12. En conclusión, todos contaminan.
La mayoría de las emisiones asociadas con los automóviles eléctricos, provienen de la etapa de fabricación; estos son más altos que los de los PHEV, HEV y los vehículos ICE de gasolina convencional.
Sin embargo, los beneficios de las emisiones de la tecnología BEV, se hacen evidentes rápidamente una vez que entran en funcionamiento. Las emisiones de fabricación más altas para los sedanes BEV del año modelo 2024 se "amortizan" después de aproximadamente 25,000 Km de conducción en comparación con un ICE convencional promedio y 41,000 Km en comparación con un HEV promedio.
Los BEV reducen las emisiones entre un 66 % (cuando funcionan mix eléctrico) y un 83 % (cuando funcionan con electricidad 100 % renovable) a lo largo de toda su vida útil, en comparación con los vehículos de gasolina y los PHEV, reducen las emisiones en un 40 %.
El secreto está en el rendimiento por KM recorrido. Los automóviles ICE, tienen un menor rendimiento comparado con los dos tipos híbridos, siendo el primero une eficiencia de 15 Km por litro, muy por debajo del HEV de 21 Km, y el PHEV de 18 KM. El carro eléctrico tiene un rendimiento de 0.22 kWh/km.
Haciendo un comparativo al recorrer 100 km un carro tipo ICE, debe consumir alrededor de 7 litros, este volumen, al costo actual de la gasolina, darían un total de 160 pesos aproximadamente. Al comparar un carro eléctrico necesita consumir 22 kWh, considerando una tarifa DAC, el total invertido para mover el carro, sería de 88 pesos, teniendo un ahorro de alrededor de un 45 %.
Existe un beneficio con lo anterior; pero aquí surge el problema, existencias que confirma que los carros eléctricos, si contaminan. A lo anterior se deben añadir algunas aristas; no resueltas; como el que no hay infraestructura suficiente en el mundo para realizar las cargas de estos. El tiempo de espera, y que comparado con ICE para cargar el BEV, puede resultar hasta 10 a 15 veces mayor para tener una completa carga. Además, que en el corto plazo, posiblemente pueden causar problemas a la infraestructura de carreteras o las calles de las ciudades, debido a que tienen entre 400 a 500 kg, adicionales en peso por los baterías. Las condiciones actuales para su reciclado de estas y reutilización no están establecidas a un, lo que dificulta el tener un cálculo preciso; y que cierre el ciclo de vida en referencia a la disposición final de las partes. Asimismo, los costos actuales de una unidad oscilan entre dos veces a tres veces el valor de un vehículo a combustible convencional (ICE).
Los carros eléctricos reducen los contaminantes, y ayudarán con el planeta, en la fase de operación, pero sus componentes de construcción, están bajo escrutinio por la dificultad para obtenerlos o por ser tóxicos. Entre ellos se incluyen litio, grafito y silicio, además de metales como níquel, magnesio, cobalto, entre otros. Asimismo, los gases de efecto invernadero pueden incrementarse debido a la capacidad de rastrear la producción de electricidad para la carga del vehículo. Hoy debemos tener en cuenta que el mundo en general, su Mix de electricidad, tiene entre un 70 y un 75 % de la generación con combustibles fósiles, principalmente el carbón, seguido del gas natural, y, por último, los derivados del petróleo crudo (combustóleo).
El continuar mintiendo al consumidor, sobre que los carros eléctricos son altamente rentables al planeta, dista de una ética de venta, y no indica que estos aportan cierta cantidad de gases de efecto invernadero al planeta.
La pregunta cuando compres un carro eléctrico, debes estar en el entendimiento que estos aportan una cierta cantidad de contaminantes; y que dependerá de un tiempo para el poder equilibrar la forma de aportación de gases de efecto invernadero al hacer las baterías, manufactura, y la forma como fue producida por la electricidad para su carga. En el dado caso que esta última fuera realizada con energías renovables, la cantidad de KgCO2e disminuye en un 38 %.
El mundo, su realidad: "Cambiar a carros eléctricos (BEV) por los de combustión (ICE), podría suceder hasta el siglo XXII". Dado que existen políticas gubernamentales y una infraestructura del mercado de los hidrocarburos que, hasta el momento, no se encuentra posible sustituir a todo el dinero como parte de este en la economía mundial. Algún día los seres humanos dejaremos el usar a los combustibles fósiles, ante la falta de poder hacer este cambio por los costos altos a realizar, y por una falta de infraestructura que genere, en el corto plazo en todos los países, el producir electricidad con tecnologías limpias.
El hecho, el mundo no sabe para qué quiere el planeta, y la tecnología, no sabe para qué la quiere los seres humanos a esta.
El poder del peculio, prevalece sobre la razón, y el sentido común. Lo real: Todos los avances para el transporte usado por el mundo, generará gases de efecto invernadero, antes, durante y después, por la falta de un compromiso real con el planeta.
El mundo confía en la tecnología, pero esta no confía en los individuos.
(Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)