En los últimos años hemos visto la aparición de los llamados "animales de apoyo emocional" en pacientes con problemas emocionales o del desarrollo. A nivel afectivo, el bienestar que conseguimos al estar con personas que nos agradan o nos hacen sentir seguros es bastante similar al que podemos obtener relacionándonos con animales que nos producen esas mismas sensaciones. Es por eso que podemos crear vínculos fuertes e importantes con nuestras mascotas y que su presencia en momentos difíciles puede ser un apoyo fundamental.
Las mascotas de apoyo tienen como cometido ayudar a las personas a superar situaciones que les resultan difíciles de afrontar o simplemente, su compañía resulta terapéutica en su día a día. Lo más habitual es que se trate de perros, pero en los últimos años se han registrado muchos tipos de acompañantes: gatos, roedores, etc., que, a diferencia de los animales de servicio, no están entrenados para realizar una tarea específica ni son necesarios en todo momento para permitir que su dueño se desenvuelva en el día a día.
Sí deben estar educados para que su presencia en lugares públicos no sea un problema. No deberían perder el control y obedecer a sus dueños. Se recomiendan especialmente razas de perros y gatos de tamaño pequeño o medio, de comportamiento tranquilo y con una energía que favorezca la calma de aquel al que acompañan.
Para ser oficialmente reconocidas como mascotas de apoyo o soporte y por lo tanto, acompañarte al trabajo o viajar en transporte público o en líneas aéreas que permitan este tipo de acompañamiento, un psiquiatra debe certificar que su presencia es terapéutica y que la persona junto a la que viajan sufre una patología que requiere de su asistencia.
Sin embargo, en lo se refiere a ciertas compañías aéreas, es imprescindible determinar que esto se aviable y que el lugar de destino lo tenga permitido. Y esto tambén ha generado controversia con respecto a personas que aprovechan esto como una forma de que su mascota viaje gratis.
Cada día son más las personas, profesionales y empresas que comprenden el bienestar que aporta la compañía y el amor de una mascota. Tratamientos psicológicos, fisioterapéuticos, de terapia ocupacional o geriátricos cuentan con animales en sus estrategias de intervención, pues son numerosos los estudios que demuestran los muchos beneficios psicológicos y fisiológicos que aporta el convivir con un animal.
Si crees que una mascota de apoyo emocional puede ayudarte en las dificultades de tu día a día, consúltalo con un profesional y recuerda que será tu responsabilidad socializarla y proporcionarle una educación que asegure que no supondrá molestias para otros animales o personas mientras te acompaña.
No olvides ofrecerle el mismo amor que recibirás de ella, una alimentación equilibrada y un hogar en el que convivir agradable para ambos.
Es probable que las tareas y la responsabilidad que supone el cuidado de un animal te ayuden, además, a centrarte menos en los problemas que te animaron a poner una mascota en tu vida. Tu estabilidad emocional se verá recompensada desde el primer momento y juntas, avanzar será más sencillo. (Psiquiatra/Paidopsiquiatra.)