La oposición está desesperada. A estas alturas del año, conforme se aproxima el día de las elecciones, las cabezas de la oposición cayeron en la histeria. Al percatarse que no tienen nada que ofrecer a los mexicanos para ganar los próximos comicios y su 4T. La cúpula corrupta de la oposición se reconoce a sí misma que está muy lejos de ganar las próximas elecciones: su desprestigio, carece de un proyecto de Nación, de un plan de gobierno, dispone de la alianza de un desprestigiado PRIAN en extinción, de la sumisión de un vergonzoso PRD a punto de desaparecer y de una candidata que da pena ajena y es la vergüenza de todos.
De ahí, entonces que la oposición esté recurriendo a varios frentes, nada limpios, para atacar a AMLO y descalificar a la 4T. Con la intensificación de la guerra sucia con noticias falsas, plagadas de calumnias, y apoyados con sus medios masivos de confusión y desinformación, pretenden influir en millones de mexicanos que la élite racista considera brutos; buscan así, bajarle los bonos a Claudia Sheinbaum y demás candidatos de MORENA. Repito, la estrategia es influir en los millones de electores y sabotear además el próximo proceso electoral con apoyo del crimen organizado. Por esto último la oposición ha arreciado también su campaña de violencia por todo el país y, aunque AMLO diga lo contrario, el crimen organizado es el gran aliado de la oposición en esa estrategia terrorista de la derecha: el crimen organizado, ha asesinado a 17 candidatos y funcionarios de MORENA; tiene secuestradas, y bajo el terror, a varias entidades del país. No será raro que en los próximos días sucedan "accidentes", actos de sabotaje en las refinerías, en el Metro, el Tren Maya o el Aeropuerto Felipe Ángeles.
Cuando la oligarquía de cualquier país latinoamericano se ha encontrado atrapada por un gobierno elegido por el pueblo, ha recurrido al golpe de estado con ayuda de la CIA y del gobierno de los Estados Unidos. Acorralada, no le queda de otra para recobrar el poder y sus privilegios: así sucedió con el gobierno de Salvador Allende en Chile en 1973. Sin embargo, en el caso de México, la oposición no cuenta hoy con el ejército para pensar en un posible golpe de estado. Desde el inicio de su gobierno, y de manera muy hábil, AMLO les comió el mandado: hizo del Ejército y de la Marina sus grandes aliados. Y esto la oposición no se lo perdona, por eso lo acusan hoy de que militarizó al país.
Desde el 2019 el presupuesto asignado a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina creció sustancialmente. No sólo estas instituciones han participado en la construcción de las magnas obras de la 4T, sino que además todos los aeropuertos, puertos marítimos y ferrocarriles, de manera estratégica AMLO los ha pasado al control de las fuerzas armadas. Más del 10% del gasto público se destina hoy a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA); en 2019 el gasto de la SEDENA fue de 106 mil 629 millones y el año pasado fue de 151 mil 179 millones de pesos en términos reales, o sea 12.2 % más.
Y en esa estrategia de ganarse la alianza del ejército, el gobierno de AMLO integró a la Secretaría de la Defensa el Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos, Olmeca-Maya-Mexica; el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y la Aerolínea del Estado Mexicano.
Por lo que se refiere a la Secretaría de Marina (SEMAR) el gasto tuvo un incremento de 38 por ciento y pasó de 34 mil millones de pesos en 2019 a 57 mil 657 millones de pesos el año pasado. Y aunque desde el 2023 la SEMAR ya tenía la operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el gobierno de AMLO dispuso que pasaran al control presupuestal de esa Secretaría y además los aeropuertos internacionales de Toluca, Matamoros, Tamaulipas; Guaymas, Sonora; Loreto en Baja California; y también los de Colima, Ciudad Obregón y Ciudad del Carmen en Campeche.
Al ser cuestionado en "La Mañanera" del pasado 13 de febrero sobre la opinión del magnate Carlos Slim quien considera "un exceso" que el actual gobierno les está asignando a los militares la construcción de obras públicas y el control de empresas del Estado, el presidente Andrés Manuel respondió que "... gracias a los ingenieros militares este tipo de obras se puede construir en menor tiempo y a costos más bajos de lo que lo harían empresas constructoras o firmas contratistas". Y luego dijo: Entiendo que no les guste que participe el Ejército, los ingenieros militares, pero nos han ayudado mucho. Nada más les diría yo a los ingenieros, a las empresas constructoras, con todo respeto: ¿quién hace un aeropuerto de calidad internacional, ya no hablemos del Felipe Ángeles que lo hicieron en dos años y medio, y el de Tulum que lo hicieron en un año cinco meses?"
Sin duda que el criterio de eficacia y menores costos con apoyo de las fuerzas armadas han movido a la 4T en la construcción de estas obras, así como las del Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec-Coatzacoalcos. Pero también, AMLO y su gobierno de la 4T han buscado, y lo han logrado, comprometer, consolidar una alianza política con el Ejército y la Marina para evitar un posible golpe de estado. De ahí el malestar de la oposición que además de arreciar su guerra sucia de acusaciones, está recurriendo a exacerbar la violencia con la alianza del crimen organizado, herencia de Calderón, buscando descarrilar las próximas elecciones que sienten perdidas.