El domingo pasado el presidente de México firmó el acuerdo con el gobierno de Nuevo León para la construcción del acueducto “Cuchillo II”. Ese acueducto abastecerá 5000 litros de agua por segundo a la zona metropolitana de ese Estado del Norte de México.
En el discurso del evento, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la obra tendrá un costo de diez mil millones de pesos: cinco mil aportará la federación y cinco mil el gobierno del Estado de Nuevo León. Dijo textualmente: “…ya se tiene el dinero y que, para conseguir los cinco mil millones de pesos, que aportará la federación, nos ayudó mucho el director de Banobras, Jorge Mendoza, que casualmente es paisano de ustedes”.
Dijo también que: “…en las finanzas de la administración pública siempre hay guardados, hay fondos, fideicomisos y nosotros ya tenemos comprometido el presupuesto –dijo-, y somos muy disciplinados en el manejo de las finanzas, ya no queremos endeudar al país, no queremos gastar más de lo que tenemos de ingresos”. Y luego agregó:
“Sin embargo, Jorge encontró un fondo de cinco mil millones que no es crédito, sino que es una aportación de la federación al Estado de Nuevo León, y también Nuevo León tenía un bono de tres mil quinientos millones de pesos disponibles”. Los mil quinientos que faltan se conseguirán con créditos.
Instruyó que los responsables de la asignación de los contratos serán tres: el gobierno federal, el gobierno estatal y el presidente de la Cámara de la Industria de Transformación en Nuevo León. Ese comité de tres será responsable también de la licitación para la compra de la tubería, bombas y demás equipo necesario. Comentó que hay empresarios en Nuevo León que fabrican la tubería y las bombas y que prácticamente a ellos se les puede comprar.
Dijo que la construcción de la obra de más cien kilómetros la harán empresarios constructores de Nuevo León que presenten el mejor proyecto para la licitación. Ellos tienen prestigio y honorabilidad que cuidar y por ello se les brindará la confianza de asignarles la construcción de la obra. Ésta se dividirá en diez tramos para asignarle cada tramo a un empresario local, o al que presente también el mejor proyecto. De esta manera se beneficiará a diez empresarios.
En este evento que beneficiará a Nuevo León, con una obra que incorpora al gobernador neoleonés, da prioridad a la clase capitalista empresarial de ese Estado para su construcción y que con ella todo el pueblo de Monterrey y zonas urbanas saldrán beneficiados. Una vez más el presidente de México da muestras, así, de unidad, de reconciliación que tanto le urge a nuestra Nación.
Esa política de López Obrador que busca la unidad contrasta con los desplantes altaneros y discriminatorios de Claudio X González, líder de los empresarios, cuando le dijo a la élite empresarial que no voltearan a ver hacia el Sur de México. Que el Sur no es rentable para hacer negocios, no sirve para hacer dinero.
Esa política de procurar la unidad entre todos los mexicanos, contrasta también con la estrategia de fracturar a México, de dividirlo, que promovió el ex gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, alias el Bronco. Recordemos que este fulano azuzaba a los gobernadores de los estados del Norte del país para separarse de la federación porque éstos generan más riqueza y pagan más impuestos. Los azuzó para que hicieran caso omiso al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hoy el Bronco está en la cárcel en el penal número 2 en Apodaca por el desvío de recursos públicos durante su campaña presidencial en el 2018 cuando fue candidato independiente. Me imagino que el Bronco desde el bote seguirá con su ponzoña y su veneno de querer dividir a México.