EL FUTURO inmediato es incierto, no sólo en materia de salud sino por la situación económica tanto mundial como nacional y estatal. El gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ha buscado transmitir optimismo y dosificar las acciones extraordinarias ante la expansión del coronavirus COVID-19. Cuestionado por sus opositores, el mandatario expresó su esperanza de que la crisis que ya se siente “no nos pegue mucho”.
Resulta muy difícil abordar esta circunstancia sin apasionamientos políticos, partidistas, ideológicos, o de intereses puramente lucrativos. En su reciente visita a Oaxaca, AMLO advirtió que primero tendría que ver cómo salimos, “cómo nos va, al enfrentar la crisis que se avecina”, para atender los proyectos pendientes. Es posible que varias inversiones tengan que revisarse y reorientarse.
El coronavirus y la caída de los precios del petróleo se han sumado a las dificultades que México tenía que enfrentar desde antes. ¿Un Plan Nacional anti crisis?, ¿un pacto de rescate?
“Si tenemos que rescatar, ¿a quién?, Por el bien de todos, primero los pobres”, expresó más recientemente AMLO.
Según anunció, será este martes cuando conozcamos los planes “en materia de protección a enfermos” y una serie de medidas para el gobierno federal. Adelantó que será más estricto el combate a la corrupción y se aplicará “con obediencia total” la Ley Federal de Austeridad Republicana.
Hay que cuidar la salud y al mismo tiempo la economía, reconoció. Sobre todo la economía de los más débiles.
MIRAR A ECONOMÍAS LOCALES
LEEMOS un mensaje que circula en las redes virtuales: “La cuarentena para los emprendedores es brutal. No hay dinero para fin de mes, no hay apoyo, no hay prestaciones; sin embargo la renta, energía eléctrica, comida, medicinas, etcétera, hay que pagarlas igual”.
“Apoya a tus amigos sin contrato –prosigue el exhorto-; a los emprendedores que luchan por mantener un pequeño negocio. La cuarentena es un lujo que, por desgracia, no todos tenemos”.
Otras campañas se han orientado a promover el consumo local. También a reflexionar sobre la importancia social de la llamada “economía informal”. Conforme a datos del INEGI para 2018, el 56.7 por ciento de quienes tuvieron un ingreso se ubicaban en esa actividad paralela. En cifras del Producto Interno Bruto (PIB) representan el 22 por ciento; aunque en términos sociales son una válvula de escape a las presiones de la falta de empleo y, por supuesto, a la carencia de ingresos constantes y seguros.
El presidente López Obrador comparte la consideración de que “gracias a la migración y a la economía informal” México no ha tenido estallidos sociales. Es una forma “que hace la gente para buscarse la vida, vender lo que puede, elaborar sus mercancías, sin apoyo” (marzo de 2019).
En las actuales circunstancias toda la economía (forma de vida) padece, pero más aún aquella que se sostiene al día.
Dijo ayer AMLO: “Estamos protegiendo a los débiles, a los pobres. Los vamos a blindar; se mantienen los Programas Integrales de Bienestar y en algunos casos se van a fortalecer. A diferencia de lo que se hacía antes, se aprieta el cinturón el gobierno”.
¿Cómo evitar que ese “apretón” del gobierno tenga efectos colaterales? ¿Será posible que gobierno y empresarios dejen en descanso las diferencias para impulsar una reconstrucción que incluya el combate a la desigualdad? Las brechas se agudizan.
EL ESTADO, AL RESCATE
EN PAÍSES europeos los gobiernos –en medio de la crisis sanitaria-, comienzan a revisar paquetes de ayuda estatales “sin precedentes”, como es el caso de Alemania donde se prevén préstamos “ilimitados” y con garantías del Estado por unos 550 mil millones de euros. Se busca evitar la quiebra de las empresas con problemas de liquidez.
Se habla de una especie de “Plan Marshall”, en referencia al establecido para enfrentar el desastre dejado por la Segunda Guerra Mundial, como también lo ha pedido el gobierno español. Explicó Peter Altmaier, ministro de economía de Ángela Merkel: el plan “no sólo tendrá efectos en Alemania, sino que también irradiará a nuestros vecinos y a toda la Unión Europea”.
El gobierno de Emmanuel Macron en Francia ha dispuesto examinar medidas radicales para limitar el impacto en el empleo y el consumo. El ministro de Economía, Bruno Lemaire, adelantó que existe la decisión de nacionalizar empresas “si fuera necesario”; se propuso ya una compensación estatal a “las pérdidas salariales, sea cual sea el monto”, salvo aquellos “extremadamente altos”.
La preocupación es real porque el impacto de la pandemia en términos de mortandad puede ser mayor por sus efectos en la economía. Sostuvo el ministro francés: “la guerra económica y financiera será larga y violenta y deberá movilizar todas nuestras fuerzas nacionales y europeas”. Francia, junto a China, pidieron ya una reunión urgente del Grupo de los 20 (G-20)
Espectadores de la batalla comercial entre Estados Unidos y China antes de la pandemia, los gobiernos europeos no pueden ser indiferentes después de este drama.
AL MARGEN
EL SEXTO caso de contagio reportado en Tabasco sigue el patrón inicial: una persona procedente del extranjero. Luego vendrán las infecciones locales. ¿Habrá un padrón de quienes viajaron de Tabasco a Europa y Estados Unidos los últimos tres meses? Recuerde: estamos en la jornada nacional de sana distancia….Y Estados Unidos sigue subiendo en casos. Próximo a superar a Italia.
(vmsamano@hotmail.com)