Son los primeros momentos de este 2025. Todavía se siente la natural nostalgia por lo que no pudimos hacer en todo el 2024 y la esperanza que avizoramos ante el nuevo año que estamos iniciando.
Buena parte de la sociedad ha sido testigo de cómo fueron los días finales del año pasado, aun cuando en algunos sectores –como dicen algunos ni fu ni fa-- parecería que ninguna importancia propiciaron los acontecimientos suscitados en las últimas semanas.
Para más de uno, temas como el de la salud, la educación, economía, obras materiales, seguridad, los actos de la delincuencia organizada y la elección del 2 de junio (cuyo resultado fue que ahora tengamos por primera vez en más de 200 años como Presidenta de la República a una mujer, la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo) pasaron a ser asuntos de capital importancia.
Otros casos como la elección presidencial en USA, la guerra en medio oriente, el neashoring, la reforma judicial, la construcción de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, son temas que, si acaso son materia de nota en los periódicos o noticiarios de televisión, pero hasta ahí nada más.
El 2024 ya es historia. Atrás han quedado meses, semanas, días, logros y/o metas alcanzadas, y hasta malos episodios o algunos sinsabores.
Estamos ahora ante una nueva oportunidad. En nuestras manos está sacar el mejor provecho, lo que invita a la reflexión para concluir en que, si verdaderamente tenemos voluntad de que haya un cambio, necesariamente hay que revisar lo que se está haciendo y en el caso de los gobiernos, corregir o modificar acciones en el ánimo de hacer mejor las cosas.
Es tiempo de dejar seguir echando culpas al pasado; lo ideal es mejor hablar de resultados específicos y, con altura de miras asumir retos acordes a las exigencias actuales de la sociedad.
Es tiempo de hacer a un lado las "politiquerías" y poner manos a la obra para seguir construyendo lo que con frecuencia escuchamos decir, que somos un gran país.
El 2025 abre una nueva oportunidad para poner manos a la obra y luchar por el cambio, pero cambiar para bien, no para destruir, por algún tipo de ideología, lo que con mucho esfuerzo hemos construido todos los mexicanos.
Es tiempo también, para dejar atrás el México de mentiritas en el que, por momentos, algunos con sus acciones parecen afanarse con la clara pretensión de querer ocultar lo inocultable.
El Año Nuevo trae consigo nuevos retos, mejores oportunidades y es ahí donde todos, con renovadas energías –desde cada trinchera-- debemos hacer nuestros aportes con el fin de construir la paz y las rutas para avanzar en el progreso de nuestro país y, en consecuencia, de nuestro Estado.
Entrelíneas...
Y a propósito de retos, sin duda alguna la delegación de la Secretaría de Bienestar encabezada por la comalcalquense Lorena Méndez Denis es una de las áreas gubernamentales de la Federación que desde ayer emprendió intensa actividad pues es la responsable de aplicar –como ocurrirá en todos los estados-- el novedoso programa impulsado por la Presidenta Claudia Sheinbaum de asistencia social médica domiciliaria en todo el territorio tabasqueño. Por lo pronto, desde ayer se observan trabajos de organización de las brigadas de "Bienestar" que, dentro de algunas semanas, empezarán a instrumentar dicha atención; a ello súmele la aplicación del resto de los programas sociales que esa dependencia federal tiene proyectados en beneficio de los adultos mayores, de mujeres trabajadoras y de otros grupos vulnerables de la sociedad. ***Cerró bien el año el director del DIF Tabasco, Víctor de Dios Gómez con atenciones a los centros asistenciales de esa institución, como por ejemplo la Casa del Árbol, en donde se efectuaron convivios que llevaron alegría y diversión a los adultos mayores que ahí están alojados. La celebración decembrina fue oportunidad para que el propio gobernador Javier May Rodríguez estuviese presente en uno de esos eventos en dicho centro asistencial. (altar_mayor@yahoo.com.mx)