Son cerca de las 4:00 horas del domingo 24 de noviembre, cuando el ambiente de fiesta y alegría que se vivía dentro del establecimiento denominado "DBar", ubicado en los alrededores del Parque La Choca de esta capital, se ve interrumpido por la presencia de sujetos armados que ingresan a dicho lugar, accionando sus armas, según se dice, contra algunos asistentes.
El hecho genera confusión, caos y natural desesperación de las personas --en su mayoría jóvenes-- que, a esas horas, se encontraban en dicho lugar disfrutando momentos de diversión, y que al ver lo que estaba ocurriendo reaccionan tratando de ponerse a salvo ´tratando de esconderse o salir corriendo, en tanto que los autores de la agresión, como suele ocurrir escapan con rumbo desconocido. Minutos después los cuerpos de emergencia y elementos de seguridad, arriban al sitio para acordonar la zona y atender a las víctimas.
El resultado final, seis personas muertas y según el primero reporte policiaco, 10 heridos, siendo trasladados estos últimos a hospitales cercanos.
Y también como siempre, empieza a circular la información referente a que la Fiscalía General del Estado (FGE), ya inició las investigaciones correspondientes, realizó el levantamiento de los cuerpos y que la zona permanece bajo resguardo policial mientras se recopilan pruebas, etcétera etcétera sin faltar, el que alguien de los que se encontraban en dicho establecimiento alcanzó a grabar a los cuerpos de las víctimas que quedaron tendidos en el lugar.
Otro hecho que –sin duda-- pasará a formar parte de las estadísticas y ahí quedará sin que se llegue a saber las causas que provocaron el suceso, la identidad de los victimarios, tampoco que hayan sido capturados; los días pasaran, la investigación se le dará carpetazo y el establecimiento abrirá nuevamente sus puertas. En resumen, lo mismo de siempre.
Y en todo esto, hay voces que dicen, por ejemplo: ¡Que tristeza! ver que Villahermosa se encuentra inmersa en una espiral de violencia, y ni las oraciones o rezos al santísimo señor de Tabasco parecen ser escuchadas; como si los tabasqueños ya nos estuviéramos acostumbrando a las malas noticias, pero más allá a vivir en un ambiente de violencia, zozobra e incertidumbre.
La verdad, nadie sabe cuándo ni cómo, en qué momento, la paz y la tranquilidad que hasta hace algún tiempo se venía disfrutando en la linda Villahermosa, se nos fue de las manos.
Los tabasqueños, el gobierno y sus autoridades, tienen actualmente un reto enorme: disminuir la violencia y abatir la inseguridad, sin duda un gran talón de Aquiles, y la única manera de superar el momento es cerrando filas, porque la situación afecta a todos a quienes vivimos en esta hermosa ciudad y en los municipios del resto del Estado.
Y ante lo sucedido, una pregunta es: ¿Hasta cuándo reaccionaremos?
Otra pregunta sería: ¿Qué estamos realmente haciendo los tabasqueños como sociedad, esto es, sin quitar la responsabilidad que tienen el gobierno y sus autoridades, como ciudadanos qué rol estamos desempeñando en verdad?
¿Qué están haciendo los líderes de opinión y la clase política sobre el particular?
¿Está o no funcionando la estrategia de las autoridades en lo tocante a los actos de violencia e inseguridad en el Estado?
Por otro lado, no se omite señalar, que echar toda la culpa y responsabilidad al gobierno como ha venido ocurriendo es seguir con la cantaleta de siempre, la realidad es que el problema ya nos rebasó a todos, aunque haya quienes se empeñen en decir lo contrario.
En síntesis, es hora de reflexionar, Tabasco y los tabasqueños, tenemos derecho a un mejor futuro, basta ya de argumentos o especulaciones sin ton ni son; basta! ya de la manipulación de las noticias o el silencio por conveniencia de nuestros intereses particulares o políticos, hay que agarrar el toro por los cuerpos y ponerse a trabajar, insistimos, todos porque en el barco cuyo nombre dice Tabasco estamos inmersos todos los que vivimos en este girón de la patria. Ya es tiempo de recuperar la paz y tranquilidad social para la entidad. (altar_mayor@yahoo.com.mx)