La sucesión presidencial en México siempre ha estado impregnada de detalles.
Entre ellos, algunas veces con simbolismos, lo que no deja de ser algo muy propio de esos menesteres que en el caso actual tendrá su punto central el próximo 1º. de octubre con la ceremonia donde tomará posesión la próxima Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Los morenistas no han dejado de festinar, desde el pasado 2 de junio –día de la jornada electoral presidencial— el hecho de que la mayoría de los votantes al sufragar a su favor les dio luz verde para poder continuar con los objetivos y estrategias de la 4T.
En síntesis afirman que ese día el pueblo decidió y su voluntad debe respetarse.
Aseguran, inclusive que no existe impedimento alguno para que las últimas iniciativas legislativas propuestas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, entre ellas la de la reforma judicial, pasen como cuchillo en mantequilla, sin moverles una coma.
Y ciertamente, un número aproximado de 35 millones de ciudadanos, el pasado 2 de junio, según lo que oficialmente ha informado el Instituto Nacional Electoral, votaron a favor de quienes figuraron como candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y sus aliados el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Sin embargo, hay quienes afirman por otro lado que la euforia de los morenistas, parecería que no les está permitiendo leer una realidad.
¿De cual realidad hablamos?, preguntarán algunos. La respuesta es sencilla: según el Instituto Nacional Electoral, en su página de internet refiere que el padrón electoral de ciudadanos registrados en territorio nacional y extranjero, es de 99,261,989 personas inscritas.
Luego, entonces, si el número de votantes que en el pasado proceso electoral presidencial lo hicieron a favor de Morena y aliados, fue de aproximadamente 35 millones, entonces el resto, o sea 64,261,989 votaron, una parte, a favor de la oposición Partido Revolucionario institucional, Partido de la Revolución Democrática y Partido Acción Nacional (PRI, PAN y PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), amén de los que no acudieron a votar, o sea los que se abstuvieron o por alguna circunstancia no lo hicieron.
Pero bueno, ahí están esos datos para la reflexión.
Regresando a los detalles de la sucesión presidencial, algo que resulta muy interesante son las giras que los fines de semana ha emprendido el Presidente AMLO acompañado de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, virtual Presidenta de México, a diversas partes del país, entre ellas, los lugares donde se hicieron obras o se están concluyendo, algunas emblemáticas como es el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, el Hospital del ISSSTE en La Paz Baja California, vías carreteras en Sinaloa como la que comunica a Badiraguato con Parral, Chihuahua, el corredor del Istmo, etcétera.
Obras de infraestructura que, sin duda alguna, serán de mucho beneficio para los mexicanos; y mediante estos recorridos, con las explicaciones que seguramente se le están dando a la Doctora Sheibaum Pardo, quien a su vez tiene oportunidad de hacer preguntas, propiciando así una transición del poder en un contexto novedoso.
En otras palabras, está recibiendo de primera mano información de dichas obras, pero también de la situación en general del país y con ese conocimiento hay garantía de que habrá continuidad de la labor del gobierno de la 4T. Que no se estaría empezando de cero y sobretodo que se estaría generando una transición ordenada y democrática en el gobierno federal.
Ya en su momento, la futura Presidenta, tendrá en sus manos las decisiones que habrá de tomar para poder dirigir los destinos de esta Nación. (altar_mayor@yahoo.com.mx)