A Rodolfo Lara Lagunas, radicado en Tabasco desde hace muchos años, originario del estado de Morelos, donde nació el 9 de enero de 1942, lo conocí en 1995 cuando yo estaba de director del diario La Verdad del Sureste. Y él llegaba a entregar colaboraciones, siempre relacionadas con la pedagogía y con la historia. Convencido, y con razón que es la lectura libre la que desarrolla el pensamiento del niño y le permite aprender mejor los conocimientos, ha desarrollado una estrategia sobre ese tema, obteniendo el primer lugar nacional, en el año 2000, en los Concursos que CONACULTA realiza para incentivar la promoción de la lectura.
Hombre de izquierda, distinguido en las luchas sociales del magisterio, el maestro Lara sabe que solamente a través de la educación se encuentra la verdadera liberación del ser humano. Juarista convencido, siempre destaca en sus pláticas y escritos que son las condiciones económicas de pobreza y extrema pobreza de millones de niños, el factor principal del bajo aprendizaje.
Su origen de formación es el normalismo. Y su origen laboral es la escuela rural mexicana. Esa, la de las carencias, esa la que se encuentra inmersa en los dominios de un cacique, siempre bien identificado.
Dice "una vez llegué a una casa muy humilde. Y había un altar religioso. Y en él la foto de Emiliano Zapata. Le pregunté a la señora de edad y me dijo: sí, es que a él lo adoramos, él luchó y murió por nosotros los pobres".
Como maestro de escuela secundaria dió clases de civismo en la Federal Uno de Villahermosa, siendo uno de sus alumnos Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México, y quien reconoce públicamente que fue en la secundaria con las clases de civismo del maestro Lara, donde tomó las ideas de inicio en su lucha posterior.
Como director de escuela secundarias, y como supervisor escolar y Coordinador de sector, introdujo la estrategia de que la escuela tuviera al menos, cincuenta engargolados con cuentos de escritores nacionales y de otros países, los más destacados de la literatura, para que los prefectos entraran a los grupos donde no había maestro (por permiso económico o falta) y distribuyeran dichos engargolados y se aprovechara el tiempo en la lectura, y adjunto un cuestionario para obtener estadística si el cuento leído les había gustado mucho, poco o nada. Con esa estadística publicó libros donde quedaron recopilados los cuentos que más les gustaron a los alumnos. Algunos de ellos son Por una nata y No hay que rajarse.
Como luchador social, junto con otros tabasqueños, fue encarcelado en 1968 en Tabasco.
Como dirigente de gremio se le recuerda en su huelga de hambre en Plaza de armas de Villahermosa, cuando estaba al frente de la Asociación de directivos de secundarias. Dicho grupo lo integraban directores y supervisores comisionados, quienes con plaza de maestro realizaban las funciones directivas, sin compensación y muchas veces sin reconocimiento de antigüedad para la asignación de las plazas.
Como escritor ha publicado varios libros de historia, ensayos y de cuentos. De historia sobre Benito Juárez, De la choza al palacio nacional. Y El sueño mexicano, donde refiere a las transformaciones anteriores (independencia, reforma y revolución, como antecedente de la 4a Transformación.
Fue diputado federal en la LXI legislatura y asimismo Secretario de Educación en Tabasco de 2013 al 2015 donde resistió estoico la embestida de poderes fácticos en la educación local.
Siempre sencillo en su forma de ser y sencillo en su forma de hablar.
Este texto es un modesto reconocimiento a su labor de vida. Saludos y salud.
Pd. Además es artesano de la madera, donde realiza piezas únicas con referencias y símbolos prehispánicos.