Idolatramos al poner al petróleo como eje mundial de la economía, al crear guerras por éste, argumentando que fue originada por cuestiones políticas, religiosas o culturales. Dejemos de justificar lo que no es.
La guerra entre Israel-Hamás no es entre ellos dos, existen agendas ocultas de otros países, y que intervienen en forma indirecta, afectando a la población civil en la región donde está el combate, y que no tienen nada que ver o aportar a la guerra, lo mismo de la invasión de Rusia a Ucrania.
En el mundo, y actualmente, podemos decir que el problema de entre Israel-Hamás no es de índole política, religiosa o territorial. Confirma que es económico-energético. Debido a que los países productores de petróleo del Medio Oriente reciben regularmente unas cantidades sustanciales de renta económica del petróleo, y que debido a sus efectos políticos se convertían en un factor clave para explicar las dinámicas sociopolíticas de estos países.
Existen alrededor de 55 países en el mundo que producen gas y petróleo, y los cuales están en forma geográfica de la siguiente forma: 15 están en África, 13 en el Medio Oriente y Norte de África, 11 en América, 10 en Asia, 4 en Europa y 2 en Oceanía.
En el mundo en el negocio de los hidrocarburos hay alrededor de 96 países que generan algún tipo de renta petrolera, y 148 poseen algún tipo de exportación de combustibles derivados de petróleo propios o son parte de la cadena.
De acuerdo a un estudio de Subconjuntos de países por niveles de dependencia petrolera[1], pueden ser identificados de la siguiente forma:
· Baja: Renta petrolera entre 4 y un 19.99 % del PIB y las exportaciones de combustibles representan hasta el 49,99 % del total exportado. Países: Egipto, Ghana, Malasia, México, Níger, Surinam, Túnez y Vietnam.
· Media: Renta petrolera se ubica entre 4 y un 19.99 % del PIB y las exportaciones de combustibles representan entre 50 y un 69.99 % del total exportado. Países: Baréin, Bolivia, Colombia, Ecuador, Irán, Noruega y Trinidad y Tobago.
· Alta: Renta petrolera constituye entre 4 y un 19.99 % del PIB y las exportaciones de combustibles superan el 70 % del total exportado. Países: Argelia, Brunei-Darussalam, Chad, Kazajistán, Federación de Rusia, Nigeria, Qatar, Turkmenistán, Venezuela y Yemen.
· Extrema: Renta petrolera constituye al menos un 20 % del PIB y las exportaciones de combustibles representan al menos el 50 %. Países: Angola, Arabia Saudita, Azerbaiyán, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Guinea Ecuatorial, Irak, Kuwait, Libia, Omán y República del Congo.
Entonces el mundo depende de la industria de hidrocarburos hoy día, y la realidad, cómo poder sustituir toda esta cantidad de dependencia que el mundo económico - energético, depende de este recurso natural, y que todos requieren.
Entendemos que hay muchos países que producen, transforman, comercializan y su dependencia depende cuanto influye en su economía, y cómo podemos medir o identificar realmente como un país sabe cómo administrar los recursos.
Existe un indicador que ayuda a las naciones, y cuya medida es el Índice de Gobernanza de los Recursos Naturales, y es realizado por NRGI (Natural Resourse Governance Institute), y el cual sirve para medir la gobernanza de los sectores de minería, petróleo y gas en países, así como para evaluar sus políticas y prácticas a nivel global, regional y nacional[2].
A según el estudio, las empresas estatales (EPE) son responsables de aproximadamente el 55 % de la producción mundial de petróleo y gas. Además, índica que estás en su mayoría están mal gobernadas. Esto crea riesgos de desperdicio de recursos públicos, corrupción e impactos negativos en las comunidades productoras donde son insertadas, sin una planeación adecuada.
Algunos países del Medio Oriente, este índice los deja en una posición de incertidumbre, y sobre todo etiquetándolos de una falta de democracia del cómo reparten o usan los dineros provenientes de la renta petrolera. Colocándolos en el índice de medición en un nivel deficiente, debido a que han establecido algunos procedimientos, y prácticas mínimas y selectivos para la gobernanza de los recursos naturales. Dejando a fuera a que los recursos extractivos que beneficien a los ciudadanos.
La región MENA, la riqueza proveniente de los recursos petroleros permite a estos países gastar mucho en seguridad interna (armamento), dando lugar a bloquear a las aspiraciones democráticas de la gente, para poder tener un mejor beneficio económico, social y educativo, al pasar estos a no ser prioritarios.
Por eso vemos a los Emiratos Árabes Unidos, cambiando esta forma rápida para no continuar dependiendo del petróleo al apostar en turismo y bienes raíces como motores del crecimiento económico. Arabia Saudita, permitiendo acuerdos que para tener salidas al Mediterráneo al iniciar relaciones con Israel, y auspiciadas por EUA.
Los combustibles fósiles representan alrededor de 250 millones de barriles diarios equivalentes para que las económicas en el mundo mantengan en movimiento, ¿Cómo sustituir esto en el corto plazo? El mundo continuará dependiendo por unas décadas más de la renta petrolera, y la NRGI, para poder tener una buena gobernanza de los recursos naturales recomienda lo siguiente, y en México debería ser aplicado:
· Garantizar la implementación de las leyes sectoriales, especialmente las políticas diseñadas para contrarrestar los riesgos de corrupción y los impactos locales asociados con la extracción.
· Mejorar la supervisión en áreas de alto riesgo de corrupción, como el otorgamiento de licencias, las compras de las EPE y el comercio de productos.
· Garantizar la transparencia y rendición de cuentas sobre riesgos climáticos y la toma de decisiones para la transición energética relacionadas con la extracción de combustibles fósiles, y la explotación de minerales necesarios para las tecnologías verdes.
· Proteger el espacio cívico para permitir que los ciudadanos demanden, y orienten una transición energética, justa, y equitativa mediante el diálogo y el debate.
El mundo no está razonando, está idolatrando, sin un dogma de fe.
(– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)
[1] https://revistas.unab.edu.co/index.php/reflexion/article/view/3301/2969