Un robo para México: la pesadilla financiera y bancaria

El libertinaje financiero en el país ha llevado a la banca a convertirse más en una rémora que en un apoyo nacional

Frente a esa pesadilla financiera y bancaria, y ante tanta ilegalidad e inmoralidad, donde la arbitrariedad fue el método (en la imposición del Fobaproa y la privatización de la banca), Humberto Mayans cita en su libro “Antimemorias” al maestro David Ibarra Muñoz, exsecretario de Hacienda y Crédito Público:

El libertinaje financiero en el país ha llevado a la banca a convertirse más en una rémora que en un apoyo nacional […]; del proteccionismo financiero se pasó al libertinaje financiero y hoy en día la banca se ha convertido en una banca de segundo piso, a la que le han cortado las alas para cumplir su función de promover el desarrollo productivo del país.

Sobre ese asunto tan espinoso, y en esos días que el senado tendría que votar por la iniciativa sobre el FOBAPROA, Humberto Mayans nos platica su experiencia como Senador. Nos dice que el 10 de diciembre recibió una llamada telefónica de María de los Ángeles Moreno, entonces líder del grupo parlamentario del PRI, primera mujer en ocupar la mesa directiva, única hasta ahora nos dice el autor, y de la Gran Comisión del Senado de la República. Lo citó para el 11 de diciembre a las 11 horas en sus oficinas de Xicoténcatl, antigua sede el senado. Llegó puntual, le dijo que se sentara y le invitó un café y sin preámbulos le planteo el tema del FOBAPROA y que se tendría que votar al día siguiente, día de la Virgen de Guadalupe.

Doña María de los Ángeles de manera muy gentil le pidió que hiciera lo posible por votar a favor de la iniciativa, como la haría la mayoría del grupo parlamentario del PRI. Él le expuso las razones por las que su voto sería en contra de la iniciativa: que esa medida sólo beneficiaba a un puñado de banqueros y empresarios, dañaba a la mayoría de deudores y afectaban de manera muy grave a los intereses de la Nación. Por último ella le pidió que para ayudarla a conducir la sesión abandonara el salón en el momento de la votación. Nos dice Humberto que se negó rotundamente y que su voto sería en contra. “En eso estábamos cuando sonó la red, nos sigue platicando. Era el secretario particular de presidente Zedillo, mi amigo Liébano Sáenz Ortiz. María le comentó que estábamos reunidos y pidió hablar conmigo. Me puse en la red y me preguntó por el sentido de mi voto, confirmándole que de mi parte sería negativo. Entonces me comentó que el presidente Zedillo me invitaba a tomar un café al día siguiente, a las 12 horas en Los Pinos, para explicarme personalmente las “bondades” de la iniciativa y la importancia de que votara a favor”

Humberto le respondió a Liébano que su voto en contra no era una mera ocurrencia, que no buscaba ningún protagonismo, que había estudiado a fondo el tema y estaba convencido que no era conveniente para el país en los términos que se presentaba la iniciativa y que los disculpara el presidente. Añadió que sabía lo complejo y ocupado de la agenda del presidente y que no quería quitarle el tiempo. Entonces “Liébano me recordó que éramos amigos y que, en esa calidad, me comentaba que yo estaba en la lista de precandidatos al gobierno de Tabasco y que no era conveniente distanciarme del presidente”

Cuando regresó a la mesa donde esperaba María de los Ángeles quien había escuchado el diálogo con Liébano, al minuto volvió a sonar el teléfono de la red: era el presidente Zedillo que trataría otro tema con la presidente del senado. Nos dice, que María no le pidió salir, que se quedara escuchando. “La charla que comenzó de manera amable se fue tensando hasta escuchar la voz del presidente, dando instrucciones a María de manera áspera, por no decir menos. El tema que trataba el presidente era el de la extranjerización”.

LOS DÍAS DE FURIA

Nos dice que escuchó decir que María le dijo al presidente que una medida de ese calibre no era conveniente para el país. Que el presidente alzó la voz y casi regañó a la presidente del Senado. Ella todavía le dijo que sería muy difícil procesar con tan poco tiempo ese tema con el grupo parlamentario, pues sólo disponía de 24 horas. Alcanzó a oír que María de los Ángeles fue cediendo y que haría lo posible. “Concluida la llamada, María se acercó a la mesa donde me encontraba y se puso a llorar o más bien, se bañó en lágrimas y tuve que sacar el pañuelo que, como habitante del trópico húmedo, siempre llevo conmigo y se lo di para que pudiera secarse y no salpicara su vestido. Una vez sosegada, me miró y me pidió que no dijese nada, ni una palabra de lo que había escuchado, pues una filtración la podía dañar políticamente. Le dije que por supuesto, que no se preocupara, que yo no haría nada para dañarla […] Antes de despedirnos me dijo que yo quedaba en libertad de votar como yo quisiera, que yo tenía razón y si ella no actuaba de manera distinta era por su compromiso con el presidente y por ser líder del grupo parlamentario”.

Concluye Mayans diciendo: “A la hora de votar lo hice en contra del FOBAPROA-IPAB. Voté también en contra de la modificación a la Ley de Inversión Extranjera, es decir, en contra de la extranjerización del sistema de pagos del país. Los senadores Fernando Solana y Alberto Santos votaron a favor del IPAB, pero en contra de la extranjerización de la banca […]. Así terminaba un infausto día, lleno de furia y de tristeza”.

El voto de Humberto Mayans en contra del FOBAPROA-IPAB y en contra de la extranjerización de la banca quedó registrado como testimonio histórico en el diario La Jornada del 15 de diciembre de 1998; en el diario El Universal del 29 de diciembre de 1998 y en el diario Reforma del 19 de diciembre de 2008.