El presidente de Rusia, Vladimir Putin, apoyó una propuesta de la agencia sanitaria rusa para decretar diez días no laborables en mayo, con el fin de frenar la pandemia de COVID-19.
“Si creen que es necesario, firmaré hoy el decreto” para imponer esos días feriados, declaró durante una reunión televisada, en respuesta a una pregunta de la jefa de la agencia sanitaria rusa, que consideró que esa medida permitiría estabilizar la pandemia.
La idea es convertir en jornadas no laborales los días situados entre dos feriados, concretamente los días del 3 al 8 de mayo. Como el 1, 2, 3, 8, 9 y 10 son ya feriados, el resultado sería que los rusos no estarían obligados a trabajar del 1 al 10 de mayo.
Según la directora de la agencia sanitaria rusa, Rospotrebnadzor, Anna Popova, la pandemia estaba retrocediendo en Rusia pero el ritmo de reducción de casos y decesos no ha sido tan rápido en las últimas semanas.
“Estamos atascados y en algunas regiones (…) hay una tendencia que muestra que la situación podría complicarse”, dijo.
Según ella, estos diez días no laborables limitarían los desplazamientos en los transportes públicos y la circulación del virus se reduciría.
En su discurso anual a la nación, Putin dijo que aspiraba a una inmunidad colectiva en Rusia hacia el otoño.
Las cifras de mortalidad por COVID-19 en Rusia divergen dependiendo de las fuentes: el gobierno dijo este viernes que había más de 107.000 decesos por coronavirus, pero la agencia de estadística, Rosstat, admitió que hubo 224.000 hasta febrero.
Con información de AFP