Deborah Davies, una médium psíquica de Wilmslow, Cheshire, de 53 años, decidió hacer una retransmisión en directo de una caza de fantasmas mientras visitaba el cementerio de una iglesia cercana a su casa, construido en el año 1256, del que dice la leyenda esta infestado de demonios de más de 100 años.
Durante la transmisión, que se hizo en dos días diferentes, Deborah se sorprendió al ver la figura fantasmal de una niña corriendo entre las tumbas.
Tras esta primera aparición, la médium decidió regresar al día siguiente y se encontró con la sorpresa de que el fantasma de un anciano apareció caminando detrás suyo, con la peculiaridad, según Deborah, de que ese espíritu fue quien se encargó de cortar la transmisión.
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Deborah no fue la única que se percató de las apariciones.
Los espectadores del directo también se dieron cuenta y se lo hicieron saber con decenas de mensajes en los comentarios.
La clarividente siempre intenta buscar una explicación razonable para cada aparición.
De hecho, al principio pensó que se trataba de un efecto pareidolia, por el cual se percibe erróneamente una cara donde no la hay, pero cree que estas dos apariciones son inexplicables.