El 22 de diciembre de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) compartió una declaración sobre la vacuna de refuerzo de Covid-19. En conjunto con el Grupo Asesor Estratégico de Expertos (SAGE) y el Grupo de Trabajo sobre Vacunas Covid-19, el organismo sigue analizando la necesidad de una tercera dosis. No obstante, el director general de la OMS, dr Tedros Adhanom, ha pedido se posponga hasta finales de 2022 la aplicación del refuerzo debido al problema de inequidad en el acceso a las vacunas. Pues hay países que no han llegado al 40% de su población adulta vacunada y otros ya están administrándola a niños. Esta desigualdad que principalmente aqueja a los países pobres puede generar un nuevo problema de transmisión, la aparición de nuevas variantes y prolongación de la pandemia.
La posibilidad de aplicación de esta tercera dosis se plantea a partir de la aparición de las variante delta y ómicron en África y su rápida expansión por el mundo. Sin embargo, la OMS considera no tener los datos suficientes todavía sobre el impacto de la variante más nueva (ómicron) en la eficacia de la vacunación de un solo esquema que se ha estado llevando a cabo. Además, aunque la población que sigue presentando afecciones graves por Covid-19 es aquella que no está vacunada, la efectividad de la dosis se pierde aproximadamente a los 6 meses de su aplicación.
Respecto a la dosis de refuerzo, actualmente se aplica solamente en personas que tengan el esquema anterior completado y es para reforzar la eficacia de éste. Especialmente en personas con sistemas inmunodeprimidos y personas mayores cuyos sistemas pueden responder de manera deficiente.
De acuerdo con la OMS, la prioridad es reducir el número de muertes y enfermedades graves por Covid-19, lo que puede verse complicado por la cobertura desigual de vacunas. Posteriormente, se espera una reducción general en la carga de la Covid-19 y una mayor reapertura de la vida social y económica para mediados de 2022.
120 países, entre los cuales se encuentra México, ya administran vacunas de refuerzo en distintas capacidades. La OMS concluye que es importante atender los problemas de desigualdad respecto al acceso de las vacunas. También, que la efectividad de éstas ante la variante ómicron aún está bajo investigación y deben desarrollarse estrategias optimizadas para la prevención de casos graves y muertes como posibles refuerzos selectivos. La SAGE hasta ahora se ha posicionado en favor de la vacuna de refuerzo y se plantea discutir las políticas de optimización de uso de éstas en una reunión el 19 de enero de 2022.