El entonces presidente Donald Trump se le preguntó en 2020 a su secretario de Defensa, Mark Esper, sobre la posibilidad de lanzar misiles contra México para “destruir los laboratorios” y aniquilar a los carteles de droga ya que los mexicanos “no tienen control de su propio país”, cuenta Esper en su libro de memorias al ser publicado en los próximos días, informó el New York Times.
El presidente Trump estaba descontento sobre el flujo de drogas desde México por la frontera sureña de Estados Unidos y en el verano de 2020 el comandante en jefe le preguntó a su secretario de Defensa por lo menos dos veces sobre si los militares estadunidenses “podrían lanzar misiles a México para destruir los laboratorios de drogas”, según el libro de Esper, A Sacred Oath, el cual fue sometido a revisión del Pentágono y agencias de inteligencia antes de su publicación programada para el 10 de mayo.
Esper escribe que le presentó varias objeciones a la propuesta de su jefe, pero Trump le respondió que “podemos solo disparar unos misiles Patriot y destruir los laboratorios silenciosamente”, agregando que “nadie tendría que saber que fuimos nosotros”. Trump dijo que él solo declararía que Estados Unidos no había realizado el ataque.
El jefe del Pentágono comenta en el libro que hubiera pensado que todo eso era en broma pero que estaba viendo fijamente a la cara de Trump cuando el presidente le propuso la idea.
Esper también escribe que asesores íntimos de Trump ofrecían propuestas peligrosas. Por ejemplo, Stephen Miller (uno de los arquitectos de la política antimigrante del gobierno de Trump) propuso el envío de 250 mil tropas militares a la frontera con México para enfrentar una caravana de inmigrantes que se desplazaban hacia la frontera. Esper dice que respondió así: “las fuerzas armadas no tienen 250 mil tropas para enviar a la frontera para tal tontería”.
El libro, según reporta el Times, cuenta que Trump también estaba contemplando otras ideas alarmantes, incluyendo su deseo de desplegar 10 mil tropas militares en las calles de Washington el 1 de junio de 2020 después de las grandes manifestaciones del movimiento Black Lives Matter. Le preguntó a Esper : “¿no podemos dispararles?”
A la vez, Esper expresa que estaba preocupado por la especulación de que Trump podría hacer mal uso de la fuerzas militares durante el día de la elección presidencial, incluyendo que se les ordenara a soldados confiscar urnas, y ante ello el entonces secretario de Defensa advirtió a subordinados a estar alerta ante llamadas inusuales desde la Casa Blanca durante ese periodo.