El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha apostado todo su capital político a la reapertura de la economía que registra su mayor tasa de desempleo desde 1930 y, al mismo tiempo, ha aceptado el riesgo de que esa decisión provoque una segunda ola de contagios.
Los responsables económicos del Gobierno de Trump este domingo desfilaron por las grandes cadenas de televisión con un mismo mensaje: existen protocolos para minimizar el riesgo de volver al trabajo y es necesario hacerlo cuanto antes para paliar los estragos del paro económico.
“De hecho, creo que existe un riesgo considerable si no reabrimos. Estamos hablando de un daño económico permanente para el pueblo estadounidense. Vamos a reanudar la actividad de una manera razonada, lo que permitirá la vuelta al trabajo con seguridad”, argumentó.
La Casa Blanca ha dejado en las manos de los gobernadores y otras autoridades locales el proceso de reapertura del país, aunque Trump en Twitter ha llamado a “liberar” a aquellos estados con medidas más estrictas de confinamiento como Michigan.
Te puede interesar: Estudio clasifica manifestaciones del COVID-19 en la piel