Las autoridades iniciaron una operación de rescate para docenas de migrantes que viajaban en un yate, el cual reportó problemas ante la costa suroeste de Grecia.
Según la Guardia Costera, la embarcación, que se cree que lleva unas 90 personas a bordo, fue avistada a unas 40 millas náuticas al oeste de la pequeña localidad de Pylos.
Seis de los pasajeros fueron recogidos por otro yate que pasaba por la zona y trasladados a Pylos, donde una mujer fue llevada a un hospital en Kalamata, una ciudad del sur del país.
Otros 25 fueron rescatados por un petrolero que navegaba cerca e iban rumbo a Kalamata, mientras que el resto del pasaje estaba siendo transferido a otro buque mercante, explicaron los guardacostas.
En la zona había también un barco salvavidas de la Guardia Costera y otra de sus embarcaciones iba en camino. No se han reportado desapariciones.
El sitio del incidente está cerca del lugar donde cientos de migrantes fallecieron y desaparecieron en un naufragio en junio, una catástrofe en la que se criticó a las autoridades griegas por no responder adecuadamente para rescatar a los pasajeros.
El abarrotado pesquero había partido desde Libia con entre 500 y 700 personas a bordo, según las estimaciones. Apenas 104 sobrevivieron y se recuperaron 82 cadáveres. El resto se hundió junto al arrastrero en una de las zonas más profundas del Mediterráneo.
La semana pasada, 40 de los sobrevivientes presentaron una demanda en Grecia contra "todas las partes responsables", alegando que las autoridades griegas no intervinieron para rescatar a los pasajeros antes del naufragio.
Muchos de los sobrevivientes rebaten la versión oficial de que los repetidos ofrecimientos de ayuda de la Guardia Costera fueron rechazados y afirman que se hizo un mínimo esfuerzo para remolcar el barco a un lugar seguro poco antes de que volcara y se hundiera.
Ruta
Grecia está en una ruta empleada por los traficantes de personas para llevar a quienes huyen de los conflictos y la pobreza en Oriente Medio, África y Asia hasta la Unión Europea.
- Muchos utilizan pequeñas lanchas neumáticas para salvar la corta distancia entre la costa turca y las islas griegas, otros recurren a veleros, yates o barcos de pesca más grandes para intentar hacer una travesía más larga desde Turquía o el norte de África hasta Italia, evitando Grecia.