La ministra libanesa de Información, Manal Abdel Samad, dimitió hoy al considerar que sigue habiendo "resistencia" a aceptar los cambios que exige la población tras la enorme explosión que golpeó Beirut el pasado martes y las masivas y violentas manifestaciones del sábado.
"El cambio se sigue resistiendo y ya que la realidad no concuerda con los anhelos (de los libaneses), después del horror del desastre de Beirut presentó mi dimisión del Gobierno”, dijo Abdel Samad en un comunicado.
La ministra pidió perdón en la nota “a los libaneses que no han podido alcanzar su aspiraciones” y dijo que renunciaba por respeto a las personas muertas y heridas por la devastadora explosión del martes.
Adbel Samad fue nombrada para el cargo en enero, como parte del Gobierno del primer ministro Hassan Diab, que asumió el poder tras la renuncia de Saad Hariri como consecuencia de las masivas protestas de octubre contra el régimen por la grave crisis que atraviesa el país.
El día 3, un día antes de la explosión, Nassif Hitti dimitió como ministro de Exteriores advirtiendo de que el país iba camino de convertirse en un estado fallido.
La situación ha ido empeorando en los últimos meses y la explosión del martes, que ha dejado hasta ahora 158 muertos, unos 6 mil heridos, 21 desaparecidos y entre 200 mil y 250 mil personas sin vivienda, ha exacerbado el hartazgo de la población.
La enorme explosión se originó en las casi 3 mil toneladas de nitrato de amonio provenientes de un barco abandonado en el puerto de Beirut y almacenadas allí desde hace seis años, por lo que la población la achaca a la negligencia y la corrupción.
El enfado de los libaneses originó una masiva manifestación ayer en Beirut que derivó en violentos enfrentamientos entre manifestantes y Policía que se saldaron con un agente muerto y 250 heridos.