Esto es más evidente en India y China, países densamente poblados con una larga historia y tradición de empleo de tales tratamientos y acceso a veces limitado a la medicina convencional.
En India, donde sus mil 300 millones de habitantes están bajo cuarentena, el gobierno recibió críticas al afirmar que algunos tratamientos ayudarían a prevenir el contagio.
En China, donde comenzó la pandemia, algunos funcionarios dijeron sin fundamentos que la medicina tradicional era la clave para combatir el virus. Adicionalmente, en Venezuela, donde el sistema de salud pública sufre graves carencias, el presidente Nicolás Maduro promovió una infusión de hierbas.
La Organización Mundial de la Salud, sin embargo, aconseja en su sitio web no recurrir a “remedios herbarios tradicionales”. Posteriormente reconoció que algunos recurrían a la medicina alternativa “para aliviar algunos de los síntomas más leves del Covid-19″, dijo el vocero Tarik Jasarevic.
El jefe de emergencias de la OMS, doctor Mike Ryan, dijo que los tratamientos alternativos merecen estudios rigurosos, “como los de cualquier medicamento” y que se han iniciado estudios en China, incluso de terapias tradicionales.