Un cruel crimen se ha registrado en la ciudad de Nakhon Si Thammarat, al sur de Tailandia, donde un recién nacido fue arrojado a un lago y posteriormente devorado por lagartos.
De acuerdo a información del programa, Al Rojo Vivo, fueron niños los que encontraron a la criatura flotando en el agua cuando se encontraban jugando.
Uno de los menores se percató de una bolsa negra que emitía un olor bastante extraño a la orilla del lago. Ante esto, se comunicaron con la Policía local para que averiguaran el caso.
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El programa de Telemundo explicó que el bebé había muerto uno o dos días antes de su descubrimiento, al parecer también presentaba graves heridas.
Debido a que sus órganos internos habían sido arrancado, se cree que el recién nacido fue víctima del ataque de lagartos monitor, reptiles que habitan en dicho estanque y acostumbran alimentarse de pescado.