Después de 30 años, Japón reanuda la caza comercial de ballenas a partir de este lunes; pese a las críticas, hay quien considera que esta actividad tiene un fondo moral y cultural
Japón reanudará este 1 de julio oficialmente la caza comercial de ballenas, tras decidir abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI), hace seis meses, y zanjar la moratoria que aplicó durante tres décadas
Consideramos que las ballenas son recursos marinos como los peces y que pueden utilizarse siguiendo criterios científicos”, explicó un responsable del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca. “Determinamos cuotas con el fin de no perjudicar a las especies”
El barco factoría Nisshin Maru, buque insignia de la flota ballenera nipona, y otros varios navíos dejarán el puerto de Shimonoseki, presidido por una enorme estatua de una ballena, para ir a cazar cetáceos frente a las costas japonesas, en la zona de exclusividad económica del archipiélago. Otra flota partirá de Kushiro, en la isla septentrional de Hokkaido
Estamos emocionados con la reanudación de la pesca”, comentó Yoshifumi Kai, presidente de una asociación de pescadores
Los balleneros no faenarán en alta mar, como hicieron en los últimos treinta años “por razones científicas”
¿Por qué las cazan?
Japón empezó sus “misiones de investigación” en la Antártida y en el noreste del Pacífico hace 32 y 25 años, respectivamente, renunciando a una pesca puramente comercial, pero sirviéndose de una “excepción científica”, tolerada por la CBI
Durante esas tres décadas, el archipiélago fue objeto de duras críticas de los ecologistas por sus formas de proceder, juzgadas crueles, mientras que existen métodos no letales para llevar a cabo experimentos científicos, según sus detractores
Además, si las ballenas se utilizaban con fines científicos, parte de su carne acababa en las pescaderías, aunque ésta no sea enormemente popular