Hay animales que se convierten en seres tan queridos que lograr dejar una enorme huella en el corazón de las personas que los conocieron.
Si eres team gatos, esta historia te hará sonreír.Estambul se ha convertido en el hogar de cientos de gatos callejeros, animalitos que han aprendido a vivir y convivir entre la gente local y los turistas. Además, s e han adaptado a la vida en la calle.
Muchos de ellos son atendidos por la gente de los alrededores, quienes los alimentan y los procuran a distancia.
Hoy te contaremos la historia de Tombili (palabra con la que se refieren en Turquía a las mascotas gorditas) una gatita que se ganó el cariño de todos los que pasaban y la veían sentada.
Y es que el michi no se sentaba como un gato normal, se sentaba como humano y recargaba una de sus patas delanteras en la banqueta.
Su imagen tan relajada pronto hizo que las personas se interesaran más en ella y las fotos no podían faltar.