Un curioso “Doodle” adornó el logo de Google este 1ro de agosto. El buscador lo conmemoró gracias al descubrimiento, hace 37 años, del fósil (casi completo) correspondiente a un niño de 11 o 12 años que pasó por la Tierra hace aproximadamente 1.6 millones de años.
El hallazgo de este fósil, bautizado como “El Niño de Turkana”, generó gran impacto entre la comunidad científica debido a su conservación.
El esqueleto fue encontrado el 23 de agosto de 1984 por el experto buscador Kamoya Kimeu, miembro del equipo de paleo antropólogos que entonces dirigía Richard Leakey. La estructura ósea del adolescente se encontró casi completa, sólo le faltan las manos y los pies, por ello, es considerado el fósil más completo de “Homo ergaster” que se ha descubierto hasta el día de hoy.
El hallazgo se produce en el yacimiento de Nariokotome, próximo al lago Turkana, en Kenia; la forma de la pelvis indicó casi inmediatamente que se trataba de un varón, y el análisis de los huesos, en especial de los fémures, reveló una talla o estatura de 160 cm de altura, con lo que de adulto podría haber alcanzado los 185 cm.
Hoy en día, el lago Turkana se encuentra en medio de un ambiente desértico, pero hace 2 millones de años era una gran extensión rodeada de vegetación. Situado en una zona volcánica, el lago era también el sitio perfecto para que los restos se fosilizaran al morir, ya que la actividad tectónica movía la corteza terrestre y creaba nuevas capas.
Se supone que la causa de muerte del niño en cuestión fue una septicemia generalizada a partir de la infección de un molar. Los restos del Niño de Turkana se hundieron en los sedimentos del lago, en la parte occidental, lo que permitió su conservación. Es importante mencionar que, en el lugar, y cerca de él, se han encontrado otros fósiles óseos, los cuales han representado una importante investigación y hallazgos sobre nuestros antepasados.
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