Qué pasaría si se liberarán las patentes de la vacuna contra Covid-19

Cuáles son las ventajas y desventajas de liberar las patentes de la vacuna contra la Covid-19

Diversos países de  América Latina,  África e incluso  Asia y  Estados Unidos están apoyando iniciativas para  liberar las patentes para producir masivamente y de forma accesible las vacunas contra la Covid-19. Sin embargo, países como  Reino Unido,  Suiza, entre otras naciones de la  Unión Europea se oponen. Ello con el argumento de que los derechos de  propiedad intelectual son necesarias para incentivar la investigación y el desarrollo de fármacos.

Las patentes son  leyes estipuladas para la explotación exclusiva y su principal objetivo es proteger e incentivar la innovación. En el campo de la medicina no solo las vacunas tienen patentes, también los medicamentos, muchos mecanismos de dispensaciones de gel, jeringas, entre otros. Varios laboratorios a nivel mundial tienen patentes no solo en los productos finales, sino también en algunos procesos de producción e investigación.

Bajo ese contexto, la  Comisión Europea indicó que liberar las patentes de vacuna contra la Covid-19  no resolverá el problema actual de acceso a las mismas. Además, afirman, es mejor fomentar la colaboración entre compañías farmacéuticas a fin de aumentar la capacidad de producción a escala global.

En cambio, la  Organización Mundial de la Salud (OMS) está buscando acelerar el proceso equitativo de las vacunas con la iniciativa de  Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas Contra la Covid-19 (COVAX). Con esta iniciativa, la OMS trata de fomentar la colaboración de los fabricantes de vacunas con el fin de producir y distribuir las inmunizaciones a nivel global.

Quienes respaldan la iniciativa de suspender las patentes, entre ellos, el presidente de Francia  Emmanuel Macron, declaró que las naciones  tendrían la libertad de producir las vacunas. Encima, la derogación duraría hasta haber implementado a escala mundial una vacunación ampliamente extendida, además de ser accesible para toda la población. Si se multiplican los lugares donde se fabrican las vacunas antiCovid-19, se facilitará el rápido acceso y la población de los países más desfavorecidos podría conseguirlas a precios más accesibles.

Asimismo, las principales ventajas son,  el país quien emite la licencia obligatoria no depende del titular de la patente para producir el número de unidades que requieran del medicamento. Otro acierto podría estar enfocado en el  precio de las vacunas el cual podría disminuir, por tanto, sería más accesible para las personas el poder inmunizarse.

Pese a ello, quienes se oponen, entre ellos la  Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (IFPMA), alegó que liberar las patentes no tiene razón de ser, pues pocos países tienen capacidad de producción masiva de vacunas Covid-19 a gran escala. Otro argumento de los detractores es el  esfuerzo financiero que han hecho los laboratorios y el impacto económico para ellos al no poder obtener beneficios monetarios.

Hasta el momento, los grupos farmacéuticos apuntan que han suscrito ya 275 acuerdos de asociación, incluso de transferencia tecnológica para aumentar lo más rápido la producción. Todo con el fin de llegar a producir más de 10 mil millones de dosis antes de diciembre de 2021. No obstante, el reto principal está en los cientos de ingredientes de las vacunas difíciles de obtener y tendría que ser una prioridad.

Por ahora, la  iniciativa para suspender las patentes a nivel mundial es analizada por parte de la  Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, pero el camino para lograrlo es complicado. Aunque, la iniciativa más factible es la acción llevada hasta el momento, de donar vacunas antiCovid-19 a otras naciones y no interrumpir la cadena de suministro entre países.