Aunque es probable que muchos gobiernos celebren el fin una presidencia estadounidense poco convencional y a veces caótica, otros extrañarán a esa administración. Para los líderes de Turquía, Corea del Norte e Israel, los últimos casi cuatro años han sido casi completamente positivos.
Una derrota de Trump los enfrentaría a desafíos inmediatos. Lo que los ganadores, en su mayoría autoritarios, de los cuatro años de Trump en la Presidencia de Estados Unidos tienen en común es el temor de que su partida signifique el regreso de una política exterior estadounidense más convencional.
Eso podría ver a EU remendando alianzas y promoviendo la universalidad de valores como la democracia y los derechos humanos, o la lucha contra el cambio climático.
Kim Jong-un
Ninguna relación de EU cambió más bajo la admnistración de Trump que la de Corea del Norte. Lo que comenzó con amenazas e insultos mutuos se transformó en un amor a veces extraño cuando Kim y Trump se reunieron tres veces e intercambiaron más de dos docenas de cartas, mostrando su química "misteriosamente maravillosa".
Mohammed bin Salman
Trump marcó la pauta de su enfoque sobre las relaciones internacionales en Arabia Saudita, al elegir Riad como el destino de su primera visita al extranjero como presidente en 2017.
Recep Tayyip Erdogan
Si alguien confía más en Trump que el príncipe saudita para su protección política, ese es el presidente de Turquía. Trump se ha mantenido prácticamente solo entre Turquía y la imposición de sanciones del Congreso por la decisión de Erdogan de comprar el sistema de misiles de defensa aérea S-400 de Rusia, a pesar de ser un aliado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Xi Jinping
Trump ha sido más agresivo con China que cualquier otro presidente de EU de la historia reciente, imponiendo aranceles a los productos chinos y actuando para restringir su acceso a tecnologías clave. Con todo y eso, los funcionarios chinos han dicho que, en general, preferirían que Trump se quedara como presidente por otros cuatro años más.
Vladimir Putin
La presunta intromisión de Rusia en las elecciones de 2016 produjo una investigación formal de Estados Unidos y un informe de 448 páginas. Al final, de alguna manera, Putin terminó llevándose ‘el premio gordo’.
Jair Bolsonaro
Para el presidente de Brasil, Trump es como un ‘alma gemela’ política. A medida que las encuestas de opinión estadounidenses se han inclinado a favor de Biden, Bolsonaro se ha preocupado cada vez más por el futuro de sus vínculos con la Casa Blanca, según un alto miembro del gabinete.
Benjamin Netanyahu
Trump rompió repetidamente con el precedente estadounidense y se mostró a favor de impulsar la agenda nacionalista de Netanyahu, reconociendo la soberanía israelí en los disputados Altos del Golán y trasladando la embajada estadounidense a Jerusalén.
Andrzej Duda y Viktor Orban
Forasteros entre los jefes de estado europeos más liberales, los líderes de Polonia y Hungría han encontrado consuelo en Trump. En 2017, eligió Varsovia para un importante discurso en el que redefinió Occidente en términos de valores cristianos conservadores, validando la agenda de derecha de Duda, que comparte Orban.