Nada más aprobarse por decreto y sin voto en la Asamblea Nacional la impopular reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, miles de personas se movilizaron espontáneamente en la simbólica plaza parisina de la Concordia bajo la consigna de "bloquear el país" con la meta de tumbar al actual Ejecutivo.
Dos marchas, una sindical que partía de las inmediaciones de la Asamblea y otra estudiantil desde la icónica Universidad de Sorbona, convergieron de manera espontánea en la Concordia, famosa por albergar un imponente obelisco traído del templo egipcio de Luxor.
Un diputado de la coalición de izquierda NUPES muestra un cartel contra el retraso de la edad de jubilación a los 64 años, este jueves en la Asamblea Nacional de París.
Como el resto de manifestantes, centra su indignación en la aplicación del artículo 49.3, un resorte legal contemplado en la Constitución francesa -y usado en numerosas ocasiones por diferentes gobiernos- que permite pasar un proyecto de ley sin un voto en la Asamblea.
Espíritu de los chalecos amarillosPara Lilian, el plan de Macron "es inútil" porque el déficit del sistema de pensiones "no es tan grande como el Gobierno dice y puede, además, corregirse de otra manera" sin necesidad de aumentar la edad mínima de jubilación.
Entre cánticos rescatados de la época de los "chalecos amarillos", la revuelta popular iniciada a finales de 2018 que puso en jaque a Macron, sindicalistas y estudiantes se muestran determinados a continuar con la presión en las calles el tiempo que haga falta.
Entre los manifestantes, había jubilados como Éric, de 63 años y quien protestó en París "en solidaridad" con las generaciones venideras.