El caso del párroco de la iglesia protestante de Saint-Guillaume generó gran revuelo en Estrasburgo, Francia, en donde muchos creyentes se preguntan si es apropiado utilizar un lugar de culto para celebrar ese tipo de espectáculos que incluye el polémico baile del "pole dance".
Mientras algunos defienden la libertad de expresión y la apertura de la iglesia hacia nuevas formas de arte y cultura, aunque hay otros ofendidos y consideran que se ha faltado al respeto a la religión y los valores tradicionales.
Arte
Por lo tanto, ante las amenazas de muerte recibidad, Boessenbacher mantuvo una postura firme, decidió continuar adelante con los espectáculos programados. De acuerdo con él, se trata de una oportunidad para atraer nuevos fieles y asimismo mostrar que la iglesia puede ser un espacio inclusivo y acogedor para todos.