Como suele suceder con los personajes públicos, la familia real británica no se ha salvado de los dimes y diretes tras el nacimiento de Archie, el nuevo integrante de la monarquía e hijo de Meghan Sussex y el príncipe Harry.
El pasado miércoles, los duques de Sussex se presentaron frente a los medios de comunicación para dar a conocer a su pequeño hijo de apenas dos días de nacido, y Meghan se convirtió en blanco de crueles comentarios que criticaban su figura por no verse igual que antes del embarazo, pero ahí no pararon los comentarios negativos.
Desafortunadamente el pequeño Archie también se convirtió en víctima del odio pues basándose en el hecho de que es el primer afrodescendiente nacido en una posición alta de la corona (es el séptimo en la línea de sucesión), sobre él comenzaron a leerse comentarios racistas en las redes sociales. Entre ellos, el del periodista de la BBC Radio, Danny Baker quien publicó una imagen en la que compara al bebé real con un mono.
Como consecuencia del mensaje, Baker recibió acusaciones de racismo en su cuenta de Twitter y enseguida borró la publicación, pero este jueves anunció que fue separado de su puesto como presentador de radio y acompañó la noticia con palabras sarcásticas sobre cómo la BBC lo había despedido y “arrojado a los lobos” tras acusarlo de publicar un “tweet ridículo intencionalmente”.