Tras diversas denuncias efectuadas por algunos padres, una investigación reveló que fue una bacteria, la Citrobacter, que se encontraba en uno de los grifos de agua para limpiar biberones en la unidad de cuidados Intensivos del Hospital de la Mujer y el Niño de Verona (norte de Italia), la causante de la muerte de cuatro bebes y daños, algunos muy graves, en otros 96, entre 2018 y este año.
Las bacterias Citrobacter son bacterias móviles, con capacidad variable para fermentar la lactosa, algunos pueden utilizar citrato y otros no, algunas especies tienen antígenos somáticos O, flagelar H y de superficie K, lo que hace que den reacciones cruzadas con otras Enterobacteriaceae.
El informe de una de las dos comisiones designadas por la región de Veneto, tras las denuncias de los padres de los niños que publicó hoy el diario local “Corriere del Veneto.”
Según las conclusiones de esta investigación, que será entregada a la fiscalía, la Citrobacter habría colonizado el grifo quizás por no respetar las medidas de higiene, aunque otra hipótesis es haber utilizado agua del grifo en lugar de agua esterilizada.
Los primeros controles por parte de dirección del hospital habían comenzado en enero y luego se interrumpieron debido a la emergencia del coronavirus.
“La región y el hospital se encuentran a disposición de las autoridades investigadoras en todos los aspectos”, explicó el presidente de la Región de Veneto, Luca Zaia.
Esta bacteria que provoca infecciones, sobre todo urinarias, también puede atacar al cerebro y dos de los niños murieron porque la invasión de la bacteria atacó totalmente este órgano.
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