Tom Hand pasó de asumir que su hija Emily murió rápidamente tras su desaparición durante el ataque perpetrado por hombres armados de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel, a pensar con angustia que pasará su noveno cumpleaños como rehén en un túnel de Gaza.
- Emily estaba durmiendo en casa de una amiga en Be´eri, uno de los anillos de kibutz alrededor de la Franja de Gaza que fueron blanco de Hamás en un ataque que comenzó a primera hora de la mañana y terminó, horas después con 1,400 muertos y unos 240 rehenes, según el recuento de Israel, en el día más mortífero de sus 75 años de historia.
Hand, un inmigrante irlandés de 64 años que llegó a Be´eri en 1992 como voluntario con 32, trabajó como impresor en el kibbutz, donde conoció a Liat, la madre de Emily.
Liat murió cuando Emily tenía sólo dos años y medio, pero la familia se había quedado en el kibutz, donde también vivía Narkis, la primera esposa de Hand. La mataron el 7 de octubre.
La creía muertaDurante semanas, Hand creyó que Emily también murió en el ataque, hasta que el Ejército le comunicó que no habían encontrado su cuerpo. Entonces supo que había sido secuestrada y que probablemente estaba retenida en una red de túneles construida por Hamás.