La Torre Eiffel, de hierro forjado de 324 metros de altura, construida por Gustave Eiffel a finales del siglo XIX, y uno de los lugares turísticos más visitados del mundo, necesita una reparación completa por oxidación.
“La Torre Eiffel está llena de óxido y necesita una reparación completa. Sin embargo, sólo va a recibir una pintura cosmética de 60 millones de euros antes de los Juegos Olímpicos de 2024 en París”, de acuerdo con informes confidenciales citados por la revista francesa Marianne.
La torre es uno de los lugares turísticos más visitados del mundo, con unos seis millones de turistas al año. Es uno de los símbolos emblemáticos de Francia y París, está envejeciendo “peligrosamente”, víctima de trabajos de renovación mal realizados.
Según varios informes técnicos, la oxidación y el plomo de sucesivas e inapropiadas capas de pintura, la lentitud de las reformas y trabajos de rejuvenecimiento mal realizados están amenazando su futuro.
Informes confidenciales de expertos sugieren que el monumento está en mal estado y plagado de óxido.
“Es sencillo, si Gustave Eiffel visitara el lugar le daría un ataque al corazón”, señaló a Marianne un gerente de la torre que prefirió el anonimato.
Para la revista francesa no fue posible contactar a la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE) para que hiciera comentarios.
Mientras tanto, la torre está siendo repintada con un costo de 60 millones de euros en preparación de los Juegos Olímpicos de 2024. Es la vigésima vez que se repinta.
La Torre Eiffel se inauguró el 31 de marzo de 1889, tras dos años de trabajos, y debe tener un puesto simbólico importante durante los Juegos Olímpicos de 2024, que se celebrarán en París.
Se suponía que un 30% de la torre iba a ser decapada y luego se le aplicarían dos capas nuevas, pero los retrasos en los trabajos causados por la pandemia del covid-19 y la presencia de plomo en la pintura antigua hacen que sólo se trate un 5%, señaló Marianne.
La SETE es reacia a cerrar la torre durante mucho tiempo por los ingresos turísticos que se perderían, añadió.
“La sociedad que explota comercialmente la torre debe cambiar de política para centrarse en el control de una estructura metálica que está envejeciendo. La estructura metálica está sufriendo de varios problemas que amenazan su futuro”, indica uno de los informes.
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