La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha abierto una investigación para aclarar si existe alguna conexión entre los fabricantes farmacéuticos cuyos jarabes para la tos contaminados con un tóxico han sido relacionados con la muerte de 300 niños en tres países, ha avanzado este martes la agencia Reuters, que cita a fuentes conocedoras de la decisión.
Buscan el origen de contaminaciónEl organismo ha puesto el foco de sus investigaciones en las materias primas utilizadas por seis compañías en India e Indonesia y pretende averiguar si todas ellas las obtuvieron de los mismos proveedores.
Las primeras muertes registradas ocurrieron el pasado verano en Gambia, país en el que ya se han registrado al menos 70 muertes. Posteriormente, casos similares ocurrieron en Indonesia, donde los fallecidos superan los 200, y Uzbekistán, donde hay una veintena.
La investigación llevada a cabo en los tres países sobre los fallecimientos, en su gran mayoría en niños menores de cinco años, han apuntado al consumo de jarabes para la tos de venta sin receta médica contaminados con dietilenglicol o etilenglicol.
Según la OMS, ambas sustancias son "químicos muy tóxicos utilizados como disolventes industriales y anticongelantes que pueden ser mortales incluso tomados en cantidades muy pequeñas". El principal efecto que tienen sobre el organismo es imposibilitar la circulación de la orina por el riñón, causando graves daños en este órgano que no tardan en ser fatales.
La OMS había informado este lunes que ha ampliado las investigaciones sobre la posible llegada de jarabes contaminados a otros cuatro países: Filipinas, Senegal, Camboya y Timor Oriental y ha hecho un llamamiento a gobiernos y compañías farmacéuticas a extremar los controles y mejorar la regulación sobre la seguridad farmacéutica.
En un comunicado remitido a Reuters este martes, la Federación Internacional de Productores Farmacéuticos y Asociados (IFPMA, en sus siglas en inglés) asegura que el sector "ya está llevando a cabo las medidas solicitadas por la OMS".