Una posible vacuna que ha sido probada en ratones y es administrada a través de un parche pequeño, ha dado muestra de que puede inducir una respuesta inmunológica al coronavirus, al punto de poder prevenir la infección, declararon científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh.
Al rededor del mundo, miles de investigadores están trabajando para crear posibles tratamientos o vacunas contra la enfermedad respiratoria que ha matado a casi 47.000 personas e infectado a casi un millón en tan solo pocos meses.
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De acuerdo con los investigadores se ha avanzado rápidamente en el desarrollo de la posible vacuna contra el COVID-19 después de trabajar en otras cepas del coronavirus los cuales causan el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS) y Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS).
Cuando se probó en ratones, el prototipo de vacuna -que los investigadores han llamado PittCoVacc- generó “una oleada de anticuerpos” contra el nuevo coronavirus en dos semanas.
Los investigadores advirtieron que es demasiado pronto para decir si y por cuánto tiempo dura la respuesta inmune contra el COVID-19 debido a que los animales todavía no han sido observados durante un periodo suficiente, pero que en pruebas comparables en ratones con su vacuna experimental contra el MERS, se produjo un nivel suficiente de anticuerpos para neutralizar el virus durante al menos un año.
El equipo espera comenzar a probar la vacuna en humanos en ensayos clínicos en los próximos meses.
La potencial vacuna utiliza un diseño de parche de agujas, llamado matriz de microagujas, para amplificar su potencia. Esto es un parche del tamaño de la punta de un dedo con 400 agujas hechas de azúcar y proteína de pico, explicó Gambotto.
El parche está diseñado para introducir los fragmentos de esta proteína en la piel, donde la reacción inmunológica es más fuerte.