La muerte del niño fue confirmada por el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que lo identificó como Rayyan Suleiman.
En declaraciones a la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, el padre del niño detalló que el corazón de su hijo se detuvo mientras escapaba de soldados israelíes que lo persiguieron hasta su casa en la aldea palestina de Tekoa.
Instantes después, agregó el padre, soldados detuvieron el vehículo en el que intentaba trasladar a su hijo al hospital, y únicamente lo dejaron continuar tras observar su cuerpo sin vida.
Su fallecimiento fue luego confirmado en un hospital de la localidad de Beit Jala, tras múltiples intentos de los médicos por reanimarlo.
El Ejército israelí, por su parte, informó que sus tropas entraron a la aldea de Tekoa para buscar a “sospechosos” de haberles tirado piedras, búsqueda que se llevó a cabo sin que se produjeran altercados ni usaran métodos de dispersión o munición real”, según indicó un portavoz militar.