Una niña de padres haitianos nació ayer en la frontera que divide a México de Estados Unidos. Ocurrió a las seis de la mañana, debajo de un puente americano. El improvisado parto sucedió en medio de una de las crisis migratorias más difíciles que han enfrentado ambos países.
Los padres desconocen el estado migratorio que tendrá la bebé porque, aunque ellos son haitianos y venían transitando desde territorio mexicano, la bebé nació bajo un puente estadunidense.
La madre fue auxiliada por otras migrantes, mientras paramédicos estadunidenses llegaron para apoyar en el parto. Tras corroborar que la bebé nació sana, ambas mujeres fueron llevadas a un hospital para ser revisadas.
Pero ella no es el único bebé que ha nacido en medio de la crisis migratoria entre México y Estados Unidos: al menos cuatro nacimientos se han suscitado en los últimos días.
Las madres con hijos en brazos cruzando el Río Bravo se ha convertido en una escena frecuente. Van en busca de comida debido a que en el campamento que mantienen improvisado debajo del puente internacional de la localidad Del Río en Texas, apenas y pueden conseguir un vaso de agua y un pedazo de pan al día. Los baños portátiles que fueron colocados están abarrotados, las familias enteras viven entre excremento, suciedad, hambre y sobre todo con el miedo de ser deportados.
Sin embargo, los mexicanos han extendido una mano para todos los migrantes, llegando con comida, ropa y juguetes para los niños. Érick, originario de San Luis Potosí, forma parte de los que proveen de comida: En Estados Unidos se planea deportar a más de 3 mil migrantes diarios, mientras que, en la frontera de México, el Instituto Nacional de Migración patrulla las calles con el mismo objetivo: expulsar a todos los que no puedan demostrar su estadía legal en nuestro país.
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