Sheila O’Leary, de 35 años es acusada de causar la muerte por malnutrición de su hijo de 18 meses. El jurado del estado de Florida halló culpable junto a su pareja aunque este solo de negligencia a menor grado.
A finales de 2019 el caso fue abierto, ya que autoridades registraron que una pareja, compuesta por Ryan O’Leary, de 30 años, y Sheila O’Leary, de 35, fue descubierta por la policía, al acudir a su casa y los elementos descubrieron que su hijo de 18 meses no respiraba y luego fue declarado muerto en la casa de la familia.
Robyn Jackson, una EMS del condado de Lee, le dijo al jurado que vio a Ezra, el bebé, sin respirar y acostado en una cama. Fue encontrado sin pulso y el rigor mortis comenzando a aparecer, todo indicaba que el niño pequeño había estado muerto durante algún tiempo.
Declaración hecha durante las sesiones en el juzgado, recordando el hecho que suscitó en septiembre del mismo 2019.
Luego del arresto Sheila O’Leary, de Cape Coral, fue acusada de los delitos de ‘ asesinato en primer grado, abuso infantil agravado de un menor, negligencia infantil y abuso infantil’.
Para esto O’Leary, quien había rechazado previamente el acuerdo de culpabilidad de la fiscalía por 30 años de cárcel, el juez encargado del caso le advirtió que, de ser hallada culpable, recibirá una sentencia de cadena perpetua.
Según reportes, la madre, explicó a los agentes tras su arresto que la familia era vegana. Por lo que sus cuatro hijos seguían una dieta de alimentos crudos, que consistía principalmente en mangos, rambutanes, plátanos y aguacates. Además de que la alimentación del bebé era complementada con leche materna.
A pesar de esto fueron sus dos hijas, de 5 y 3 años, quienes también mostraban signos de bajo peso. La hija mayor, de 11 años, que no es la hija biológica de Ryan O’Leary, se cree está en buenas condiciones.
Fue el médico forense quien declaró que el bebé, Ezra, ‘parecía estar gravemente desnutrido en el momento de su muerte’.
El bebé, con un año y medio, pesaba poco más de 7 kilogramos, el peso aproximado de un niño de siete meses.
Finalmente la Fiscalía indicó que hay pruebas suficientes para que el jurado declare culpable a O’Leary ‘más allá de toda duda razonable’.
‘Ese niño no comía. Lo mataron de hambre durante 18 meses’, dijo Francine Donnorummo, jefa de la Unidad de Víctimas Especiales de la Oficina del Fiscal durante los alegatos. ‘Fue una acción pensada y planificada, ella sabía lo que tenía que hacer’, agregó la Fiscalía.
“Siempre es muy triste escuchar algo así”, dijo una vecina de nombre Amanda Brown, quien también fue cuestionada en el estrado y quien declaro que la perdida fue lamentada por gran parte del vecindario.
Asimismo reconoció: ‘honestamente, fue una locura para mí; no estábamos seguros de lo que estaba pasando”.
La defensa pidió al jurado en su alegato final que considerara que su cliente no llevó a su bebé al médico porque ‘pudo haber tenido miedo de que le quitaran a su hijo’, y que O’Leary ‘no tuvo la intención de dañar a Ezra’.
Hasta el momento siguen surgiendo más pruebas sobre la negligencia, no solo con el fallecido Ezra, si no también con su otra hija, en el pasado, pues había sido diagnosticada con retraso en el desarrollo por ser alimentada de manera similar.
Por ahora se sabe que el fin de su sentencia será dictada el próximo 25 de julio.
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