Coline, una belga de 35 años de edad, descubrió hace cuatro años que su verdadero nombre era Mariela y su mamá la daba por muerta.
Coline fue víctima de adopción ilegal en Guatemala.Aunque desde pequeña supo que era adoptada, no fue hasta que ella misma se convirtió madre que se puso a investigar sobre su familia biológica. Descubriendo que muchos datos en su expediente de adopción eran incorrectos e incluso falsos.
Mariela comenzó a investigar hasta que descubrió que fue secuestrada y su mamá la daba por muerta. La mujer cuenta cómo fue secuestrada por una red de adopción ilegal en su libro “Mamá no estoy muerta”.
En él, detalló que los Fannon contactaron a una agencia autorizada por el gobierno de Bélgica para realizar una adopción en Guatemala, y fue en ese país donde se realizó el procedimiento ilegal.