El bebé de Marlén Ochoa, la joven de 19 años que con nueve meses de embarazo fue estrangulada en Chicago, Estados Unidos, para arrancarle del vientre a su hijo, murió este viernes en el hospital donde fue mantenido con vida durante un mes y medio, informó la familia de la víctima.
"Con mucho pesar debemos informar sobre el fallecimiento del bebé Yovanny Judiel López", señaló un comunicado leído a periodistas por la activista comunitaria Julie Contreras, quien agregó que la criatura había sufrido severos daños cerebrales.
Yovanny había sido mantenido vivo en el hospital Christ Medical Center del suburbio de Oak Lawn (Illinois) desde su nacimiento, el 23 de abril, fecha en la que fue arrancado del vientre de su madre, lo que causó severos daños cerebrales debido a la falta de oxígeno.
Ochoa fue asesinada por una madre e hija latinas que la atrajeron a una casa en el suroeste de la ciudad con la promesa de donarle ropas, un carrito, entre otros elementos.
Allí la estrangularon y le arrancaron el bebé del vientre, que después una de ellas intentó pasar como propio.
Clarisa Figueroa, de 46 años, y su hija Desiree, de 24, fueron acusadas formalmente esta semana de homicidio en primer grado, mientras que el novio de Clarisa, Piotr Bobak, de 40 años, fue acusado de ocultar un homicidio.