El Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos reportó la muerte de dos migrantes indocumentados por coronavirus (COVID-19), en centros de detención de San Diego y Atlanta, e informó que 785 migrantes están en aislamiento y monitoreo por contagio del coronavirus, en diversos centros de deportación.
Informó que ha realizado cinco mil 96 pruebas voluntarias de COVID en centros de detención de migrantes.
Gloria Garza, subsecretaria de Gobierno de Tamaulipas, señaló: “Cuando un connacional es detenido por la Border Patrol en la frontera, en Texas o en el sur de Texas y tiene sospecha de COVID, le hacen una prueba rápida”.
Dijo que después de que un migrante deportado resultó infectado de COVID y contagió a 15 más en un albergue de Nuevo Laredo, en abril pasado, las autoridades de Estados Unidos frenaron la deportación de enfermos en esta frontera.
Detalló que “son repatriados, al menos en materia de salud, segura, a nuestra frontera tamaulipeca”.
La Organización Humanitaria “Médicos sin fronteras”, instaló dos hospitales temporales para la atención de COVID en Reynosa y Matamoros.
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En coordinación con la Universidad Autónoma de Tamaulipas y el Gobierno del Estado, atiende a enfermos de COVID no graves.
El staff de “Médicos sin fronteras” lo integran 160 doctores, enfermeras y personal de apoyo, todos están capacitados y su equipo de protección, es avanzado.
Citlali Barba, referente médica, hospital COVID-19 en Matamoros, “Médicos sin fronteras”, comentó: “Es suficiente para que se cambie todo nuestro personal en forma segura, antes de entrar a aislamiento, aquí se pondrán todo su equipo de protección personal, ya para salir a atender los pacientes en forma segura”.
Los dos hospitales están abiertos para migrantes y población local.
La Secretaría de Salud de Tamaulipas informó que una migrante de 37 años originaria de Ghana resultó positiva al COVID-19 al ser atendida en Reynosa, por una amenaza de aborto. Se le practicó un legrado, al agravarse sus síntomas, y se encuentra estable.
Mientras tanto, Arnulfo, migrante de Guerrero, sigue en un albergue de Nuevo Laredo con su familia, en espera de que se reabra la frontera de estados unidos, para solicitar asilo, tuvo que dejar el municipio de Coyuca de Catalán, por la violencia del crimen organizado.