El pasado 28 de junio un jurado de Manhattan declaró culpable a Thomas Gilbert Jr., un economista graduado en Princeton, por asesinar a su padre millonario en Manhattan durante un ataque de rabia porque le dio menos dinero de lo habitual
Tras dos días de deliberaciones, el jurado rechazó la versión de la defensa de Thomas, que sostenía que este padece locura, y fue declarado culpable de tres de los cuatro cargos que tenía en su contra, entre ellos asesinato en segundo grado y posesión de armas
Ahora, Thomas Gilbert Jr. se enfrenta a una condena de cadena perpetua tras ser sentenciado el pasado 9 de agosto por la jueza Melissa Jackson
Los hechos se remontan a enero de 2015, cuando el economista y surfista irrumpió en la casa de sus padres en Manhattan y disparó una Glock calibre .40 contra su padre, Thomas Gilbert Sr. de 70 años, para luego darse a la fuga
La defensa del asesino, el abogado Arnold Levine, argumentaba que este había padecido esquizofrenia durante más de 10 años, algo que le impidió mantener un empleo. Aseguraba que no fue la codicia, sino la psicosis y la paranoia lo que lo llevaron a disparar contra su padre en un impulso.
Sin embargo, el asistente del fiscal, Craig Ornter, descartó dicha versión asegurando que el asesino pudo haber sufrido dicha enfermedad mental, pero se encontraba plenamente consciente de lo que hacía al momento de disparar a su padre, pues le había pedido antes a su madre que saliera a comprarle algo para comer a manera de excusa.
La mañana del homicidio, el padre Gilbert Sr. había reducido nuevamente la cantidad de dinero que semanalmente le daba a su hijo, algo que terminó por enfurecer
Desde que se graduó de Princeton con un título en Economía, Thomas Gilbert Jr. no había encontrado un empleo estable y era mantenido por sus padres
Su estilo de vida, caracterizado por ostentosidades como viajes internacionales de surf, membresías para clubes de campo, así como un Jeep y un apartamento de alquiler en Chelsea, demandan un ingreso económico fuerte
Cuando su padre le amenazó con quitarle todo eso, su hijo acudió a su casa, un apartamento ubicado en Beekman Place, envió a su madre a comprarle un refresco y un sándwich, y luego le disparó a su padre en la cabeza
Cinco minutos después, su madre regresó y descubrió el cuerpo de su esposo tirado en medio de un charco de su sangre en su habitación, por lo que llamó a servicios de emergencia y reportó que su hijo había cometido el atroz crimen
Su madre había pagado la defensa de su hijo y dijo en repetidas ocasiones que él debía ser internado en un hospital mental, no una prisión
Sin embargo, tuvo que testificar contra su hijo durante el proceso tras ser citada por la fiscalía
Desde que fue encarcelado, Gilbert Jr. ha mostrado un deterioro mental y físico, con balbuceos e incoherencias al hablar y un aspecto bastante desaliñado, según New York Post