La pareja se casó en octubre en Tokio tras años de rumores de prensa y reclamos en internet por su relación, que según Komuro le causó "tristeza y dolor".
La pareja, ambos de 30 años, abordaron un vuelo comercial el domingo en Tokio con destino a Nueva York, ciudad en la que donde Kei Komuro estudió derecho y actualmente trabaja. Fuertemente resguardados por la policía y agentes del aeropuerto, la pareja pasó frente a unos 100 periodistas y camarógrafos sin responder a las consultas.
Mako, nieta del emperador Naruhito, perdió su título real cuando se casó con un plebeyo debido a las leyes de sucesión, que solo permiten que los hombres accedan al trono. Tras anunciar su compromiso en 2017, los Komuro enfrentaron una oleada de informes de prensa sobre supuestas dificultades financieras de la familia de Kei. A la realeza japonesa se le exige mucho, y la Agencia de la Casa Imperial dijo que Mako sufrió estrés postraumático por la atención mediática.