El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) lanzó una serie de ataques con misiles balísticos contra objetivos que, según afirma, están asociados con el Estado Islámico (ISIS) y los espías israelíes en Irak y Siria, en una importante escalada de las tensiones regionales.
Según informa la agencia EFE, estos ataques han provocado la muerte de al menos dos civiles, lo que pone de relieve la naturaleza volátil del conflicto en curso en la región.
El IRGC anunció estos ataques en sus canales de redes sociales, según informaron los medios de comunicación iraníes Borna News y Press TV, cita ABC News.
Por su parte, fuentes de seguridad iraquíes confirmaron a EFE que al menos ocho misiles cayeron cerca del consulado estadounidense en construcción en Erbil, Kurdistán, provocando dos civiles muertos y cuatro heridos.
El IRGC declaró que estos ataques fueron en represalia por "crímenes recientes cometidos contra la República Islámica", dirigidos a las sedes de espías antiiraníes y grupos terroristas en la región.
- Antecedentes y contexto del ataque de Irán
Estos ataques con misiles se producen tras un brutal doble atentado suicida con bomba el 3 de enero en la ciudad iraní de Kerman, cerca de la tumba de Qasem Soleimani, un destacado general iraní asesinado en un ataque aéreo estadounidense en 2020.
ISIS se atribuyó la responsabilidad del ataque, uno de los más mortíferos contra civiles en Irán en décadas. Desde el atentado, Irán ha detenido a unas 35 personas vinculadas al ataque y afirmó que uno de los atacantes suicidas tenía doble nacionalidad israelí-tayika.
El llamado del Líder Supremo Ali Jamenei a "aplastar" las manos ocultas detrás del ataque apunta a crecientes tensiones con Estados Unidos e Israel.
- Implicaciones y tensiones continuas
Los ataques con misiles señalan una postura agresiva continua por parte de Irán en el Medio Oriente, en medio de confrontaciones y conflictos indirectos en curso en la región.
Mientras Irán promete continuar sus operaciones ofensivas hasta vengar la sangre de sus mártires, la región se prepara para posibles nuevas escaladas, con implicaciones para la paz y la seguridad internacionales.
Esta situación pone de relieve el frágil equilibrio en Oriente Medio y la necesidad de esfuerzos diplomáticos para abordar las causas subyacentes del conflicto.