Un alto funcionario de Laboratorios Abbott presentó excusas a los padres que desde hace meses enfrentan la escasez de leche en polvo para bebés, agravada por el cierre de una fábrica del grupo farmacéutico estadunidense, calificado por las autoridades de insalubre.
"Lo sentimos profundamente y nos comprometemos a asegurar que una escasez como esta no se vuelva a repetir", señaló Christopher Calamari, director ejecutivo de Abbott Nutrition en su audiencia frente a una comisión del Congreso, en Washington.
Calamari subrayó que "tomará tiempo" volver a ganar la confianza de las familias y que la multinacional hace todo a su alcance para resolver la crisis.
Estados Unidos enfrenta desde hace meses una escasez de leche en polvo para bebés por los problemas de aprovisionamiento y de mano de obra ligados a la pandemia de covid-19. Esa escasez se agravó por el cierre en febrero de una de las fábricas de Abbott en el estado de Michigan, tras un retiro masivo de productos sospechosos de haber causado la muerte de dos menores.
"Francamente los resultados de la inspección (de la fábrica) fueron impactantes", atestiguó Robert Califf, director de la Agencia estadunidense supervisora de medicamentos y alimentos (FDA).
Califf citó "aguas estancadas en equipos clave que presentan una potencial contaminación bacteriana", así como goteras en el techo e incluso una higiene básica como el lavado de manos, insuficiente.
De acuerdo con el jefe de la FDA, sus equipos concluyeron que la empresa tenía un débil esquema de seguridad para la producción de un "producto esencial" y vital para las personas más valiosas.
Sin embargo, el directivo de la empresa sostuvo que seguían "creyendo que no hay ninguna prueba concluyente para relacionar nuestros productos" con las enfermedades infantiles y los fallecimientos por la bacteria cronobacter sakazakii, encontrada en la fábrica de Abbott en Sturgis, Michigan.
El ejecutivo insistió en que las muestras positivas de esta bacteria "no provenían de zonas en contacto directo" con la leche para bebés.
La fábrica de Sturgis es una de las más grandes para la producción de leche en polvo en Estados Unidos, incluidos los productos especializados para niños que sufren ciertas condiciones metabólicas o alérgicas.