- ¡Increíble pero cierto! En Estados Unidos, un hombre que pasó casi una década en prisión por un crimen que no cometió ha sido compensado con 50 millones de dólares. Mientras tanto, en países como México, casos de condenas injustas suelen quedar en la impunidad o, en el mejor de los casos, reciben apenas disculpas públicas y compensaciones mínimas. La historia de Marcel Brown, de 34 años, parece sacada de una película de ficción para quienes viven en sociedades donde la justicia rara vez se preocupa por reparar de forma efectiva los errores cometidos en su nombre.
- Sin embargo, la verdad detrás de su confesión —extraída tras 30 horas de interrogatorio bajo coacción— finalmente salió a la luz. Tras varios años de lucha judicial, un jurado en Chicago le otorgó la mayor compensación por condena injusta en la historia de Estados Unidos: 50 millones de dólares.
¿Se imaginan algo así en México? En este país, donde el sistema de justicia ha sido duramente criticado por su falta de transparencia y sus constantes violaciones a los derechos humanos, este tipo de reparaciones son impensables.
- En México, los casos de tortura durante los interrogatorios o confesiones forzadas son pan de cada día. El problema de las detenciones arbitrarias es tan común que las instituciones de derechos humanos han advertido sobre una "crisis" en el sistema de justicia. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), miles de personas han sido encarceladas bajo cargos basados en confesiones obtenidas mediante tortura, pero las compensaciones a las víctimas suelen ser insignificantes. Comparado con los millones de dólares que recibe Brown, las víctimas mexicanas a menudo tienen que conformarse con disculpas simbólicas y pequeñas sumas.