La zona arqueológica de Chichén Itzá, en la península de Yucatán, ve disminuida la afluencia de turistas derivado del mal clima.

Las lluvias en la Península de Yucatán provocan encharcamientos en la explanada del castillo de Kukulcán de Chichén Itzá

 La zona arqueológica de Chichén Itzá, en la península de Yucatán, ve disminuida la afluencia de turistas derivado del mal clima.

Durante los últimos cuatro días se han registrado lluvias que han provocado encharcamientos en la explanada del castillo de Kukulcán, principal atracción del sitio arqueológico.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a lo largo de este miércoles se prevén chubascos con lluvias puntuales fuertes en las regiones sur, poniente, noroeste y oriente de Yucatán.

Las precipitaciones se originan por la tormenta tropical Alberto, que se prevé que impacte en las próximas horas en los límites de Veracruz y Tamaulipas.

Chichén Itzá; Lugares Patrimonio de la Humanidad


Las impresionantes ruinas de Chichén Itzá representan la evidencia de una antigua ciudad deslumbrante que una vez fue el centro del Imperio maya en América Central.

Las pirámides escalonadas, los templos, las arcadas con columnas y otras estructuras de piedra de Chichén Itzá eran sagradas para los Mayas y constituían un centro urbano sofisticado de su imperio, del 750 al 1200 d.C.

Visto como un conjunto, el sensacional complejo revela mucho de los mayas y de la visión totelca del universo, íntimamente ligada a lo que se podía ver en los oscuros cielos nocturnos de la península del Yucatán.

Aquí, la estructura más reconocible es el Templo de Kukulkan, también conocido como "El Castillo". Esta gloriosa pirámide escalonada muestra la precisión e importancia de la astronomía Maya, así como la gran influencia de los toltecas, que los invadieron sobre el año 1.000 y dieron lugar a la fusión de ambas tradiciones culturales.

El templo consta de 365 escalones, uno por cada día del año. Cada uno de los cuatro lados del templo tiene 91 escalones, y la plataforma superior completa los 365.

  • Concebido como un calendario de 365 días, era una de las características de la ciencia maya. Increíblemente, dos veces al año, en los equinoccios de primavera y otoño, una sombra con forma de serpiente cae sobre la pirámide. Mientras el sol se pone, esta serpiente sombreada baja por los escalones y, durante unos instantes, se junta con una cabeza de serpiente hecha de piedra, situada en la base de la escalera de la parte superior del lateral de la pirámide.

Las capacidades astronómicas de los mayas estaban tan desarrolladas que podían predecir los eclipses solares y, a día de hoy, en ese lugar aún sobrevive la estructura impresionante y sofisticada de un observatorio.