Un juez federal ordenó el miércoles a Texas retirar una gran barrera flotante del banco del Río Grande tras protestas de los gobiernos de Estados Unidos y México contra la última táctica del gobernador republicano, Greg Abbott, para detener la migración en la frontera sur de América.

Defensa de Texas
El litigio surgió después de que el gobierno federal solicitara a Texas la eliminación de las barreras y, al ser ignorado, presentara una demanda contra el estado. Un reciente análisis reveló que el 80% de la barrera se encuentra del lado mexicano. Además, ha habido informes de personas ahogadas debido a las boyas.
El gobernador Abbott, en una reciente rueda de prensa, defendió la valla flotante. Mientras tanto, familias como la de Wilfredo Riera continúan cruzando el río, esquivando la barrera y enfrentándose a otras obstrucciones en su camino hacia Estados Unidos.
Robie Flores, originario de Eagle Pass, Texas, recuerda tiempos más simples cuando los residentes de ambas orillas del río interactuaban libremente. Sin embargo, con la introducción de barreras y ahora boyas, lamenta la dirección que ha tomado su comunidad: "No es así como tratamos a la gente".