Comenzaron en diferentes puntos del país europeo minutos después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara en la madrugada del jueves en un discurso televisado el despliegue de una operación militar especial para "desmilitarizar y desnazificar Ucrania" menos 40 soldados y 18 civiles.
A lo largo del día, las tropas rusas han estado ocupando varios puntos ucranianos, situación que ha provocado el descontento entre las potencias occidentales, que anunciaron conjuntamente medidas económicas contra Rusia, pero no se involucraron en la guerra.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania datan de varios años, y la invasión más reciente data de 2014, cuando Rusia se anexó la península de Crimea. El conflicto ha llevado a los separatistas prorrusos a apoderarse de la región de Donbas en el este de Ucrania y luchar contra el ejército.
El conflicto se produjo después de la destitución del presidente Víktor Yanukóvich, afín al gobierno de Putin, y en medio de las protestas de los ucranianos que apoyaban la anexión a la Unión Europea y los que apoyaban trabajar con los rusos.
Entre septiembre de 2014 y febrero de 2015, los líderes separatistas, Rusia y Ucrania firmaron los acuerdos de Minsk. En él, los ucranianos se comprometían a darle autonomía y mejorar las condiciones de las autodenominadas repúblicas de Donetsk y Lugansk a cambio de que siguieran formando parte de su territorio y los rusos se comprometían a retirar sus tropas del este ucraniano. Sin embargo, los tratados no fueron suficientes para frenar una guerra interna que hasta la fecha ha dejado más de 14 mil muertos.
Sin embargo, la crisis se agudizó en 2021, cuando el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, instó a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a permitir que Ucrania se uniera a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).