La actividad humana contribuye a aumentar las catástrofes, se espera que sean más frecuentes

Los seres humanos han tomado decisiones con poca perspectiva y han sido demasiado optimistas sobre el riesgo de posibles catástrofes

Suceden entre 350 y 500 de tamaño medio o grande al año y en todo el mundo, en las últimas dos décadas. Se espera que sean más frecuentes, según el Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres de la ONU.

El número de catástrofes –muchas de ellas relacionadas con la meteorología, como incendios e inundaciones, pero también con otros peligros como pandemias o accidentes químicos–, podría llegar a 560 al año, es decir, 1.5 al día, en 2030.

Esto pondría en peligro millones de vidas en todo el mundo, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), organismo que elabora dicho informe global.

El cambio climático está provocando más fenómenos meteorológicos extremos, afirma, y añade que los seres humanos han tomado decisiones con poca perspectiva y han sido demasiado optimistas sobre el riesgo de posibles catástrofes, por lo que no están preparados.

El impacto de las catástrofes también se ha visto agravado por el aumento de la población en zonas más propensas a las catástrofes naturales, según el informe.

“El mundo necesita hacer más para incorporar el riesgo de catástrofes en la forma en que vivimos, construimos e invertimos, lo que está llevando a la humanidad a una espiral de autodestrucción”, dijo Amina J Mohammed, vicesecretaria general de la ONU, que presentó este informe en la sede de Nueva York.

Las catástrofes afectan de forma desproporcionada a los países en desarrollo, que pierden una media del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) al año, por culpa de ellas, frente al 0.1-0.3% de los países desarrollados.

Los países en desarrollo también tienden a estar poco asegurados.

La región de Asia-Pacífico es la que sufre los mayores daños, con una pérdida media del 1.6% del PIB al año, a causa de las catástrofes.

Sólo el 40% de las pérdidas relacionadas con las catástrofes desde 1980 estaban aseguradas. Según el informe, las tasas de cobertura de los seguros en los países en desarrollo son, a veces, casi nulas.

“El sistema financiero tiene que adelantarse a esta curva, porque de lo contrario hay mucho riesgo acumulado que no se está valorando en la toma de decisiones”, dijo.