Danielle Ferguson, una joven de 29 años, sintió algunos síntomas parecidos al resfriado acompañado de dolores en la mandíbula. Pero ella lo dejo pasar y se fue a dormir. Al día siguiente, la también nutricionista despertó con la mitad de la cara paralizada.
Sus padres la llevaron de emergencia a un hospital, donde le determinaron que sufría de Parálisis de Bell antes de recetarle esteroide orales y antivirales. El médico le atribuyó su estado al estrés y le aseguró que no había nada que ella pudiera hacer ante la enfermedad.
A Ferguson le dijeron que su condición podría haber sido causada por el estrés y que eventualmente recuperaría la fuerza en sus músculos, así que decidió investigar diversos antídotos y terapias para calmar los síntomas. Entonces, ella decidió probar diferentes tratamientos alternativos como terapia intravenosa, acupuntura, masaje craneosacro y oxigenoterapia hiperbárica.
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Danielle sintió que las terapias de acupuntura y los masajes dieron buenos resultados en el proceso de recuperación. Tras quedar con la mitad del rostro paralizado decidió alejarse de las personas; pero, pudo encontrar un vínculo con varios usuarios de Instagram que habían pasado por experiencias similares.
La Parálisis de Bell es un trastorno del nervio que controla los movimientos de los músculos del rostro. Sufrir de esta condición causa debilidad o parálisis, en pocas palabras, no se puede hacer ningún movimiento con los músculos. Esta alteración puede afectar a personas de cualquier edad, pero las personas mayores de 65 años suelen presentar este trastorno.
Aunque no se sabe la razón de este mal. Pero las mujeres embarazadas y las personas con diabetes tienen mayor riesgo de padecer Parálisis de Bell. En muchos casos, el trastorno es temporal. Lo síntomas empiezan a disminuir con el pasar de algunas semanas y se logra la recuperación en aproximadamente seis meses. Solo algunos pacientes continúan teniendo secuelas de por vida.